Trabajo de investigación riguroso y poco dado a dramatismo o sentimentalismo, lo que se agradece. Echo en falta las declaraciones del fiscal, para ser más objetivo máxime cuando el abogado de Rosario Porto pone continuamente el contrapeso a la sentencia definitiva. Que nos está queriendo decir este abogado, que hay una posibilidad de que Porto no hiciese nada? Vistas las pruebas, es simplemente imposible, por tanto sobra , en mi opinión, tanta charlatanería vacía de esta persona.
Lo que sí me ha hecho este documental es ahondar, pensar un poquito mas en el caso, y me quedo con dos opiniones más asentadas: la primera es que quizá Porto, aun siendo una asesina, más que instigadora se dejó llevar inexorablemente por el exmarido, lo cual desembocó en su suicidio, y que Basterra fue el verdadero instigador y cerebro de todo este horror. Frio, prepotente, arrogante, absolutamente controlador y un verdadero pájaro. La segunda es que está clarísimo que fue Basterra el que intentó matar a la niña cuando entró por la noche hasta su cama, y o bien la niña no estaba lo suficientemente drogada, o bien Porto reaccionó instintivamente como no estaba planeado, o bien una mezcla de las dos cosas, pero que fue el el que entró. Es simplemente imposible que entre un asesino en tu casa para ahogar a tu hija y en vez de llamar a la policía, poner alarmas , irte de esa casa hasta que no se sepa cómo entró, quién es esa persona, por qué y la madre que lo pario, lo que haga uno sea tomar pastillas para no enterarse y el otro nada. Es imposible.
En fin.
Un horror.
Incomprensible la sentencia de 18 años. Debería haber sido perpetua.