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Voto de Lafuente Estefanía:
3
Western Vincen Carden es un violento terrateniente, que odia a los apaches y esta obsesionado con echarlos del lugar. Las tropas de la caballería son enviadas allí en un intento de restablecer la paz en esta zona conflictiva. Vincen no tarda en averiguar que el gobierno tiene intención de donar una parte del territorio para que se construya una reserva india, de modo que intensifica sus ataques contra la tribu. (FILMAFFINITY)
3 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demasiados asuntos a tratar trae como consecuencia la superficialidad. El que mucho abarca poco aprieta.
Caín y Abel. Por un lado una disputa familiar entre los dos hermanos Cárdenas que viven en Arizona junto a la frontera mexicana, Vicente (Savalas) y Pablo (Mahari), con el padre en medio. Un territorio que antes fue mexicano y ahora es de la Unión, en esta tesitura Vince abraza con entusiasmo la nueva nacionalidad cambiando su nombre por Vince, ante la desaprobación y el desprecio del hermano menor. De ahí el título hispano de la cinta o nuestro "A la porra yanqui".
Tan entusiasta conversión le lleva a ser el gran azote de los apaches de la zona. Paga 10, 5 o 2'5 dólares por cada cabellera india según sean de varón, mujer o niño. Y claro, el negocio de muchos es arrasar los poblados indios en busca de cabelleras.
Hablando de los indios, pésima la imagen que transmiten pintarrajeados y bobos.
Viejos y nuevos amores de un y otro hermano donde tampoco la mujer queda en muy buen lugar que digamos.
¿El guion? Una atolondrada sucesión de escenas que tratan estos y otros asuntos mezclados al buen tuntún. Una realización embarullada con un malvado Caín donde Savalas da perfectamente la talla y un bobalicón Abel en el que Mahari anda completamente perdido.
Tampoco el resto de personajes ofrece gran cosa, Rey incluido en un breve papel. O Kate (Landgard), la rubita mona que parece una de las cuáqueras del llamado Trinidad.
Las únicas escenas que se salvan están sacadas con descaro de otras películas. Se trata de tomas panorámicas generales en un par de vistosos asaltos a diligencias, una estampida o el salto al río de los caballos. La luz, el colorido, las vestimentas o el formato cinematográfico de las tomas copiadas nada tienen que ver con la cinta que nos ocupa, como se comprueba en los planos cortos con los que se mezclan. Una chapuza.
Una película floja que puede gustar a los aficionados al género en su versión europea. Pero nada más.
Lafuente Estefanía
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