Princesas por Fernando León de Aranoa presenta dos mujeres polifacético. Caye y Zulema son mujeres que hacen papeles diferentes en Princesas: ellas muestren la vida de una prostituta- española e inmigrante, y la vida de las personas marginadas. La entrega por Aranoa me parece una buena representación de la vida de una mujer prostituta en España. Aunque no era una representación exacta, la película me provoca para pensar más de la experiencia de una mujer que hacer prostitución para ganar dinero. Aranoa presenta Zulema, una madre de la República Dominicana que gana dinero para ganar una mejor vida para su hijo. Zulema es fuerte, estereotípicamente bonita, y fuerte. Debido a ésta esfuerza, los espectadores no miran tantas desarrollo del Zulema como en su contra-parte, Caye, una mujer española. Caye ponerse a la prostitución para ganar dinero para implantes mamarios. Caye tiene una relación malsana con su madre y a pesar de sus comentarios, últimamente ella tiene un concepto bajo de sí mismo. Lo interesante es que al final ella es la primera prostituta española de su compañía para abrazar la vida de Zulema, la extranjera, una competidora y una buena amiga. Esta amistad contiene tantos ejemplos de diferencias culturales que son superados. Ellas comprenden que los dos tienen problemas dificultades su sus vidas, y juntos la compañía de la otra mejora la vida.

Sobre todo, la película, Princesas, me enseña de las vidas de hechos de vida para inmigrantes, prostitutas, mujeres. A pesar de estos conceptos que he aprendido, hay un hecho que me ha confundido: el concepto de “princesas. “ Caye y Zulema no son princesas porque ellas no tienen reina. A pesar de éste, Zulema y Caye aún tienen personalidades dominantes. Ellas son dominantes a través de su profesión (a pesar del hecho que son dominados por sus clientes) ellas son fuertes. Ellas son fuertes de una manera que las princesas de cuentos de hadas no tienen. La película presenta un ejemplo de mujeres fuertes y la importancia de una amistad de apoyo.