Cine hecho con poco dinero y mucha imaginación. Michel Gondry vuelve a rodar una atípica película tras el éxito de "¡Olvídate de mí!" y aunque no vuelva a contar con Charlie Kaufman como guionista acierta de pleno.

"La ciencia del sueño" tiene momentos hilarantes en los que se mezcla la realidad con la fantasía, alimentada con unos sueños muy parecidos a como son en la realidad, es decir, surrealistas. Porque los sueños son así, chorradas sin mucho sentido, y la forma en las que Gondry las reproduce en pantalla son geniales, fabricados con plastilina, cartón, papel celofán... Son de una creatividad increíble.

Gael García Bernal está perfecto en su papel y tiene mucha química y complicidad con su vecina, Charlotte Gainsbourg. Los secundarios tampoco tienen desperdicio pero habría que destacar al salido de su compañero de trabajo.

Puede que cuando se va acercando el final los acentimientos se agolpan uno tras otro, y los hay que no acaban de encajar con el comportamiento de los personajes mostrado hasta ese momento, pero eso no quita el buen sabor de boca que deja la película.

Recomendada para soñadores sin tapujos.