Quizá sea una de las películas que más desapego haya sufrido por la crítica especializada en los últimos años y seguramente también de las más infravaloradas. Y todo ello se debe a que la Academia tuvo la osadía de premiarla antes que la aventura de vaqueros homosexuales de Ang Lee. Y eso se vio como una afrenta irreparable.
Y tampoco es para tanto, creo yo. A mí me pareció una película bastante buena. ¿Qué es algo ingenua? Pues seguramente. ¿Que se la tacha de poco profunda? Pues no llegaría yo a tanto, pero bueno. Lo que sí puedo yo decir es que la película me emocionó y, aunque retrata los problemas raciales de una forma (supuestamente) superficial, yo sufrí, disfruté y lloré viéndola. Creo que son necesarias más películas como estas para que la sociedad tome conciencia de los problemas de convivencia a los que nos enfrentamos, hoy más que nunca. También se le criticó en su día que los personajes eran poco profundos, tildándolos de que eran algo más que meros clichés, pero en una película de reparto coral, no se le puede exigir mucho más. Quizá sean estereotipos, pero lo que busca es que se huya de los estereotipos que traen consigo las ideologías racistas.
Así que, a todos aquellos que la critican sólo por haber sido premiada en vez de Bokeback Mountain, les diría que no se enfaden tanto, que no es una mala película, que tiene muchas cosas muy buenas y que perdonen de una vez a Paul Haggis. Porque si esto lo ven como una ofensa imperdonable, mira a ver entonces lo de "Shakespeare In Love" lo que es entonces.