Otra estúpida comedia americana de las que se hacen cada año para enganchar a imbéciles adolescentes para hacer que se crean todo lo que ven.

Lo cierto es que el argumento en sí no parece decepcionante aunque tampoco es para echar cohetes. Lo que pasa es que la forma tan poco seria de narrarla hace que se vea como la típica comedia hecha en Estados Unidos. No digo que la cinta tenga que ser un dramón, sino que tendría que ser una comedia ligera con la suficiente carga humorística para triunfar.

En cuanto al tema, podría ser la madurez sexual. Yo pienso que Josh Hartnett comprende la necesidad y la valoración del sexo en ese período de poco más de un mes. No faltan ligeros homenajes a la adolescencia y recuerdos del despertar sexual en los jóvenes. Al final de la película, el protagonista consigue establecerse en el mundo adulto y dejar atrás todo rastro infantil menos aquellos rastros de adolescente que aún se necesitan en la vida adulta.

Coincido con los demás críticos en afirmar que Josh Hartnett es vulgar y vulgarmente hablando también afirmo que es un "soso". Las demás interpretaciones son merecedoras del premio Razzie a excepción de la estupenda Maggie Gyllenhaal, que aunque su interpretación también se merecería el premio de lo peor del año, se salva porque realmente nos agrada poder verla en este filme