No seré yo el que defienda la falta de tacto o el oportunismo con el que llegan traducidos a nuestro país algunos productos foráneos, pertenezcan al género al que pertenezcan. Pero en este caso no nos queda otra que rendirnos a la evidencia. Si Liam Neeson protagoniza otra película de venganzas, y además ésta se desarrolla en un clima gélido... ¿para qué calentarse la cabeza? ¡Venganza bajo cero! A fin de cuentas, casi nadie por estos lares (ni en ningún otro que no sea Noruega) sabe de la existencia de 'Kraftidioten', la cinta original de 2014 que Hans Petter Moland rehace en el autoremake Hollywoodiense donde Liam Neeson toma el testigo de Stellan Skarsgård junto a Laura Dern y una brillante Emmy Rossum -felizmente exonerada de su enclaustramiento televisivo durante 8 años-.
Nels Coxman (Liam Neeson) trabaja como conductor de una máquina quitanieves. Hasta ahí lo normal.
Nels Coxman tiene un hijo que se mete en problemas con una peligrosa banda de narcos, y le asesinan fingiendo una sobredosis de heroína. Hasta ahí lo normal. Tratándose de un thriller criminal, claro.
Nels Coxman decide aparcar sus obligaciones como conductor de una máquina quitanieves, y dará caza, uno por uno, a los verdugos de su hijo. Y sí, hasta ahí también lo normal. Habida cuenta de que estamos ante un thriller criminal protagonizado por Liam Neeson.
Lo mires por donde lo mires, 'Venganza bajo cero' es el título perfecto para este vehículo de vendettas con un rudimentario, cafre y negrísimo sentido del humor que debe mucho más a los primeros trabajos de Guy Ritchie ('Lock & Stock'), Matthew Vaughn ('Layer Cake'), Joe Carnahan ('Sangre, balas y gasolina') o Martin McDonagh ('Escondidos en Brujas') que a los productos de acción pura producidos o escritos por Luc Besson para su compañía Europacorp.
Con Liam Neeson por medio, ya se sabe: la venganza es un plato que se sirve bajo cero. Disculpad por el chiste malo, no he podido evitarlo.