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Voto de Ignacio Larrea:
6
Comedia Comedia satírica en la que cuatro grandes directores italianos hacen una adaptación cinematográfica de algunos cuentos de Boccaccio. En "Renzo y Luciana", Monicelli narra la historia de un hombre y una mujer que se ven obligados a casarse en secreto para no perder su trabajo. En "Le tentazioni del dottor Antonio", dirigida por Fellini, un hombre se siente muy escandalizado por un cartel publicitario. En "Il lavoro" Visconti cuenta la ... [+]
25 de marzo de 2010
9 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Según las críticas, excelente película italo-francesa, que cuenta cuatro historias dirigidas por los mejores directores italianos del momento: los comienzos de los sesenta.
Sin embargo, vista en DVD y en los tiempos actuales (23 de julio de 2007) tengo que reconocer que su visión me resultó un verdadero peñazo.
La razón no es que sea mala, reconozco sus indudables méritos, sobre todo en la composición formal, sentido de lo onírico (el episodio de Fellini), la preciosa fotografía y banda sonora, nada menos que de Nino Rota, y el inherente costumbrismo que denota la idiosincrasia de parte del pueblo italiano. Pero es que hay una razón, un pero, para mi insalvable: ¡que dura más de tres horas y diez! Más de 190 minutos, ¡por favor!.
Así, me resultó interminable, entre otras cosas porque, sinceramente, alguna historia adolece, hoy en día, de gracia y le sobran muchos diálogos (la historia de Visconti).
El tiempo no solamente no le ha dado clasicismo, sino que ha jugado gravemente en su contra, pues muchas de sus ideas han quedado trasnochadas y el ritmo impreso en la narración es demasiado irregular como para interesar de verdad.
Las mejores historias son la primera, la más normal y sencilla, que narra una historia de amor entre una joven pareza de recién casados, que no pueden dar rienda suelta a su amor y pasión. Eran otros tiempos y quedan reflejados a la perfección, pero dura algo más de lo deseable.
El episodio de Fellini tiene mucha imaginación y la belleza de Anita Ekberg, esplendorosa, llena la pantalla, pero también es demasiado larga.
El peor de todos y la que hizo que me desinteresada definitivamente por todo el conjunto, es el de Visconti, que logra, por primera vez en mi vida y espero que la última, que no soportara a mi gran amor platónico Romy Schneider. Guapísima, pero no me interesaba cuanto decía. Y lo mismo digo de su paternaire, el Tomás Milian más joven que he visto en la pantalla, y que demuestra que se perdió "para el cine serio" un gran actor. Pero el argumento, hablando claro, me la pela y no me interesó lo más mínimo.
Y el mejor de todos es el último, el de Vittorio de Sica, "La rifa", no por ser buenísimo, pero sí por varias razones. Es el más entretenido, está llena de elementos costumbristas, definitorias del pueblo italiano, sobre todo del de provincias, y goza de la siempre estimulante presencia de Sophia Loren, aquí más lozana que nunca. Bellísima y con un cuerpo de escándalo, volviendo locos a todos los hombres del lugar, incluido el protagonista masculino, un sencillo sacristán de un pequeño pueblo, que no quiere morir sin "probar bocado". Todo ello expuesto con ternura y un erotismo ingenuo, pero provocador al mismo tiempo.
Pero, en definitiva, que me he alargado demasiado, muy poco disfrutable cinta, cuya entera visión cansa un montón.
Ignacio Larrea
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