*El impacto de las imágenes

Mediterráneo cuenta la historia de la creación de Open Arms, una asociación que busca ayudar a aquellos inmigrantes que llegan a las costas europeas todos los días. La asociación está creada por Oscar (Eduard Fernández), que impactado por la imagen del niño fallecido en las costas de Lesbos decidió embarcarse en esta aventura junto con personas de su entorno. La cinta es muy necesaria, ya que retrata lo que significa la ayuda humanitaria y no hace terrorismo emocional con ello.

Marcel Barrena se acerca a esta historia con toda la honestidad posible, sin pretensiones de hacer llorar al espectador, sino que las imágenes sean las que hablen por sí mismas sobre diversidad de temas. El tema central reflexiona sobre las cuestiones migratorias en Europa, pero partiendo de esto nos habla de fundamentos como la solidaridad, la esperanza, la empatía y el respeto por la vida humana.

Mediterráneo llega al panorama cinematográfico actual para poner en relieve una situación insostenible, la de las crisis migratorias. Oscar, el fundador de Open Arms, lleva denunciando este problema ante los medios de comunicación desde hace muchos años, sacando a la luz las disfuncionalidades de una Unión Europea que se lava las manos y prefiere pagar millones a Turquía para que no dejen pasar a los inmigrantes antes que poner solución. Esperemos que la preselección de los Premios Óscar 2022 le sirva a esta cinta para obtener mayor visibilidad.

*Respetar al otro

Mediterráneo presenta un guion con una estructura bastante utilizada en la que dos personajes viajan a un sitio, uno de ellos con esperanza ciega y el otro con cierto escepticismo. Lo interesante de esta obra reside en su capacidad de explicar un problema a la perfección sin decoraciones, en la que vemos a un Oscar muy humano, con problemas personales que ya se habían superado, no tiene un arco claro, porque somos nosotros quienes debemos pasar la historia por nuestra propia experiencia y cambiar con ella.

Marcel Barrena ejecuta a la perfección un guion realizado junto a Danielle Schleif, a través del empleo de la máxima de que la historia hable por sí misma. En el apartado de interpretación tenemos a Eduard Fernández intratable, a Dani Rovira que está correcto, pero se emociona él antes que nosotros y eso se nota en la pantalla, Anna Castillo cada vez va cogiendo más naturalidad y Sergi López siempre ejecuta unos papeles impecables.

Mediterráneo se sustenta en gran medida por sus actuaciones, pero la factura técnica eleva esta película hasta puntos insospechados inicialmente. En 100 metros (2016) pudimos ver el carácter observacional de Marcel Barrena, que presenta las escenas como un mero espectador, dejando a un lado cualquier tipo de sensacionalismo. Donde más destaca es en las escenas filmadas en el mar, que nos rompen en dos sin llegar a inundar la trama de imágenes crudas.

*Conclusión

Mediterráneo es la última película de Marcel Barrena. Si bien es cierto que alguna escena podría haber quedado fuera del metraje final, tenemos ante nosotros una película apasionada y cuidada en todos sus aspectos, desde guion, hasta planificación o incluso sonido. Se presenta como una de las grandes propuestas cinematográficas de este año, será necesario que vaya a verla todo el mundo para poder ser conscientes de esta dura realidad.

Mediterráneo trata el tema de la inmigración con honor y dignidad, sin llegar a hacer sangre de todo ello, plasmando en imágenes el relato de los creadores de Open Arms, que llevan luchando por una Europa mejor desde el año 2015. La buena dirección también ayuda a que se haga una película interesante y fácil de ver. Vayamos al cine para ver cintas que nos ayuden a abrir los ojos sobre otras realidades.

Escrito por Santiago Varela Antúnez