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Estados Unidos Estados Unidos · Over the rainbow, Kansas
Voto de Wild In Love:
10
Bélico. Drama Tras ser derrotados por los rusos, Kaji y los pocos hombres de su unidad que han sobrevivido emprenden una larga marcha en un intento desesperado de llegar a territorio amigo. Tras sortear no pocas dificultades, Kaji se ve obligado a rendirse y es enviado a un campo de prisioneros en Siberia. (FILMAFFINITY)
24 de septiembre de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No deja de resultar paradójico que el grandísimo director nipón Masaka Kobayashi permanezca casi totalmente oculto entre los comunmente afamados directores japoneses considerados clásicos. Eclipsado no solo por la omnipresente obra del siempre alabado Kurosawa si no también por otros nombres ampliamente reconocidos en el mundo cinéfilo tales como Ozu o Mizoguchi no resultaría excesivo declarar que su filmografía no solamente raya a su misma altura si no que la supera con creces especialmente con esta su trilogía de La Condicion Humana, una obra apabullante de una fuerza y riqueza casi inabarcables.

Kobayashi despliega en La Condición Humana más de nueve horas de cine auténtico, comprometido, poderoso, bellísimo, humanista, desgarrador, realista, poético, crudo, incisivo, antibelicista y profundamente romántico a través de una historia de amor imperecedera la de Kaji y Michiko que aún siendo entrecortada, sesgada o destruida por los avatares implacables de la guerra moverá cada una de las acciones de ambos hasta las puertas mismas de la muerte.

En 1943 en una aldea de Manchuria región China ocupada por los japoneses desde 1932 viven su romance Kaji y Michiko bajo la constante amenaza de que este sea llamado a filas para combatir de lado japonés en la Segunda Guerra Mundial que se extiende por el Pacífico. De ideas revolucionarias en su manera de entender la organización y el trato que se le debe dar a todo trabajador, sus superiores le dan la oportunidad de aplicar sus métodos en una vasta e inhóspita mina de carbón cuya mano de obra son prisioneros chinos que malviven y son explotados ajenos a todo derecho y atisbo de libertad, La posibilidad de aceptar este trabajo eximiría a Kaji de sus deberes militares, quedando aplazada de manera indefinida su incorporación como soldado al creciente conflicto bélico en el que Japón está inmerso.

En dicha mina trascurre la primera parte de la trilogía chocando los métodos y los ideales siempre humanistas de Kaji con el carácter autoritario, represor y violento de los dirigentes de la explotación. Además se alza la voz de Kaji de manera continuada en el desierto pues la mano de obra china lo ve desde el prisma de la desconfianza siendo situado a menudo por ellos al nivel de todo japonés, es decir es visto como un enemigo más.

Como ocurre a lo largo de toda la trilogía Kobayashi entrelaza en el argumento principal varias historias secundarias que se amoldan de manera perfecta al grueso del relato configurando una amalgama de situaciones y personajes realmente conmovedoras e impactantes, destacando en esta primera parte la historia de amor que surge entre una prostituta y uno de los prisioneros, solo un ejemplo de lo bien que están tratados por Kobayashi los sentimientos y las relaciones humanas.

El alto sentido de la justicia mueve los actos de Kaji y el refugio en el calor y amor verdadero de Michiko aminora los sinsabores y decepciones que se derivan de su proceder, pero el orden, la disciplina y la defensa del status quo se interpondrán entre ambos y Kaji será relegado de sus funciones y más aún enviado a la guerra muy lejos de su amada, iniciándose entonces la segunda parte de la trilogía.

La instrucción de Kaji como soldado constituye el primer bloque de esta segunda parte, adentrándose Kobayashi así en los entresijos de la estructura de un ejército japonés altamente estricto, deshumanizado y jerarquizado donde las vejaciones y el maltrato son frecuentes incluso entre los propios soldados. Cabe destacar las fragantes similitudes de este segmento de La Condición Humana con el de la instrucción mostrada por Kubrick en La Chaqueta Metálica, algunas estructuras argumentales son estrictamente similares constituyendo una adaptación que muchas voces han tildado de plagio, hecho que solo con los años ha llegado a ser ampliamente conocido en el mundillo cinéfilo pasando prácticamente inadvertida la palpable semejanza entre ambos films cuando Kubrick estrenó su película en 1987.

La habilidad de Kobayashi para seguir pincelando la historia de amor entre Kaji y Michiko alcanza aquí uno de sus puntos álgidos en el fragmento en el que Michiko se presenta en el cuartel en busca de noticias y se le es concedida el pasar una noche a solas con su esposo. Dicha oportunidad será aprovechada por los amantes hasta el último aliento siendo el encuentro entre ambos tan hermoso como melancólico y sutil conocedores de que al amanecer una guerra casi infranqueable volvería a separarlos.

En el segundo bloque de esta segunda parte Kaji y su batallón son finalmente enviados al frente teniendo que entrar en combate con la avanzadilla implacable del ejército ruso que asola todo a su paso con sus tanques destructores. Kaji se encontrará aquí con la cara más despiadada y mortífera de la guerra, asistiendo impotente a la muerte de sus compañeros soldados y aferrándose a un instinto de supervivencia en el que siempre revolotea la sombra de Michiko. Además Kaji sentirá en su alma el dolor y la culpa de matar a otro ser humano lo que revertirá en el que será desde entonces su único propósito, regresar a casa en brazos de Michiko aunque sea tal vez y para siempre un hombre cambiado, un hombre manchado en sangre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Wild In Love
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