Desde la cultura clásica interpretar se ha fundamentado en la tragedia y en la comedia. Durante la historia la comedia ha sido el hermano feo. Por contra, la tragedia siempre se ha llevado los focos, la gloria y los premios. Pocos son los comediantes reconocidos sino es en el ocaso de sus carreras. También por ello, en mi opinión, son bastantes las películas que quedan relegadas a un segundo plano por el mero hecho de pertenecer a un género infravalorado.
Esta película brinda la oportunidad de apreciar el humor setentero que cosechó gran éxito entre el público y al que al prestar atención más álla de la risa fácil se comprueba su notable calidad. Además se trata de una crítica sutil sobre el subgénero de la intriga detectivesca. Gran reparto, buenas sobreinterpretaciones y unas gotas de humor absurdo para dejar con una deliciosa sonrisa. Sólo hay que saborearla adecuadamente... como un buen postre.