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España España · Zaragoza
Voto de cassavetes:
6
Comedia Tras salir de la cárcel, Ray Winkler se gana la vida como lavaplatos. Harto de este trabajo, se le ocurre una brillante idea: abrir una tienda de galletas, contigua a un banco, con la ayuda de su mujer y un par de rateros de poca monta. Mientras su mujer atiende el negocio, él y sus socios excavan un túnel que conduce al interior del banco. Pronto se harán ricos, pero no exactamente como habían pensado. (FILMAFFINITY)
9 de octubre de 2006
29 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Granujas de medio pelo es la comedia más visual de Allen en la década de los 90. Tras la labor de otra práctica de perforación personal de Desmontando a Harry, la crítica social y cultural de Celebrity, y el reconocimiento a la música de jazz con Acordes y desacuerdos, Allen huye de todo apunte autobiográfico para llevar a la pantalla un puro divertimento basado en las historias de atracos perfectos de los años 50 y 60. Para ello vuelve a tomar como principal arma el gag visual del cine de sus comienzos, el de Toma el dinero y corre, el de Bananas, El dormilón.

No hay en Granujas de medio pelo un nombre que sobresalga por encima del resto en el reparto. Quizá Hugh Grant, hábilmente utilizado por Allen en el papel de un gentleman inglés pasante de obras de arte. Brillan por su ausencia nombres sonados que pueblen cada plano de sus películas. Lo que pretende con ello Allen es que nos fijemos más en el contenido. Por encima de quién lo haga, está el cómo se cuenta.
Incluso el estrato social al que pertenecen los protagonistas es bien contrario al acostumbrado por Allen. Su personaje incluso ha estado recientemente en la cárcel. Esos granujas de medio pelo que nos indica el título son más bien individuos que, ante la carencia de suficiente imaginación para llevar a cabo sus actuaciones, contraponen el buen corazón que llevan dentro. Tal vez por ello la intervención de la diosa fortuna les dará la oportunidad de recoger unos frutos bastante distintos a lo inicialmente pensado y ascender a una clase social superior. Allen se enfrenta en la segunda parte de la cinta al mundo refinado y selecto de la alta sociedad, en el que de manera casual terminan entrando los incautos Woody Allen y Tracey Ulman.

Probablemente existan obras más redondas o conseguidas en la filmografía del director norteamericano, lo cual no quita a que consideremos a Granujas de medio pelo como una divertida película.
cassavetes
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