Cuando nos enteramos que un producto así está por salir siempre esperamos la fecha de estreno con ganas, sobre todo en esta época del año que los lanzamientos de calidad son escasos. Así que ahí estaba esperando que aparezca disponible para ver y sumergirme en una aventura de cazadores de Nazis en modo pulp, violento tarantinesco en una de las décadas visualmente más atractivas del siglo XX.

El primer episodio comienza con una secuencia absolutamente ganchera para los que nos gustan estos productos. La primera prueba de que los Nazis están vivos, infiltrados y son muy malos. A partir de acá es todo barranca abajo. Múltiples errores cronológicos que no es que me interesen demasiado, pero es tran grosero que no se puede dejar pasar. El personaje principal es un auténtico esúpido del tipo que es brillante pero a la vez comete los errores más inverosímiles del mundo. Al Pacino habla en jeringoso, creo que el italiano de Brad Pitt en "Inglorious Basterds" era más entendible. El resto de la troupe se la pasa hablando de su tiempo con la nostalgia que tenemos los que vivimos en este. El desarrollo de los personajes es nulo y el ritmo de la serie es lentisimo, puesto que cada vez empieza a entusiasmarnos lo que está pasando en pantalla viene un flashback innecesariamente largo o un "el abuelo nos va a contar lo malo que eran los nazis" que dormiría a cualquiera.

Me encantó la estética sobrecargada, la banda de sonido y la ambientación. La diversidad racial y sexual están muy bien. No es necesario el rigor histórico para estas cosas, sobre todo porque no es lo que la serie pretende; en ese aspecto nada que reprochar. Pero todo el esfuerzo puesto ahí lo tiran por la borda con un guión malísimo, personajes planos o mal desarrollados y una forma de narrar tan mala que como dijo alguien en otroa crítica: sabemos quienes son los malos y quienes los buenos desde antes de verla, pero al final de cada episodio terminamos queriendo que ganen los malos.