Gran demostración de que para hacer cine de contenido no se necesita un género en especial. Con Poltergeist de 1982 vemos una excelente película con un gran guión, dirección, musicalización, notable fotografía, con actuaciones terroríficamente conmovedoras y efectos especiales cuyas imágenes permanecen en nuestra mente y en la historia del cine. Ese vínculo inmenso de los padres y sus hijos que traspasa cualquier lógica comprensible, la unión familiar puesta a toda prueba y como trasfondo quizás la TV que cada vez la destruye más; los errores del pasado con una ética retorcida transformados en monstruos que aparecen para recordarlos. Y esa luz que quizás sea nuestro destino y nos aterroriza atravesarla.

"Esto no ha terminado.
Estoy absolutamente aterrorizada.
Son todas las cosas
que no comprendemos.
Me siento como el homínido,
que sale del bosque primitivo...
y ve la luna por primera vez
y le tira piedras...

hay una luz maravillosa...
brillante como el sol...
pero que no hace daño al mirarla.
Las respuestas a todas las preguntas
que puedas imaginar...
están dentro de esa luz.
Cuando vas hacia ella,
te haces parte de ella para siempre."