Quizás la única contribución de importancia al cine de Roberto Begnini en su doble rol de actor y director pero vaya si vale la pena. Aquí encarna a un abnegado padre que junto a su esposa e hijo se encuentran en un campo de trabajo alemán en plena segunda guerra. Allí veremos todo lo que hace para que el niño no sufra ni se de cuenta de los horrores que habitualmente ocurre en ese lugar. Con dos partes bien marcadas la primera apelando a la comedia y la segunda ahondando el drama este film no debe dejar de verse ya que casi sin mostrar nada, da a entender demasiado de las atrocidades ocurridas en esa época. Todos los actores se desenvuelven correctamente alrededor de Begnini que aparece en casi todas las escenas. Para ver.