Lo peor de la película es que vivimos en una época en la que hay cierta saturación de películas del género. Más allá de esto, la película acaba teniendo sus momentos de interés y sin duda es una película bien realizada (dirección, interpretación e incluso la música son elementos que salen muy bien parados de la película).

No aporta nada nuevo más allá de estar bien hecha. Se disfruta, pero como digo no dice nada nuevo.

El género de terror y en concreto películas sobre exorcismos han caído en cierta banalización por el exceso de ellas. Pese a eso, sea por la correcta dirección, sea por la mano de Raimi en la producción, la película acaba resultado disfrutable (claro, siempre que te guste el género).

Del reparto, por cierto, destaca sobretodo tanto el padre como la niña "afectada".