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Voto de Reverendo Wilson:
7
Thriller. Terror Dos chicas jóvenes se presentan sin previo aviso en la casa de un hombre casado, dispuestas a seducirle y complicar su vida perfecta. Remake de "Death Game (Las sádicas), dirigida por Peter S. Traynor en 1977. (FILMAFFINITY)
18 de octubre de 2015
2 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es curioso ver como Eli Roth, promulgado en la escena indie de género norteamericana con uno de esos enfant terrible dispuestos a traer de vuelta los rincones más oscuros del viejo cine de terror, y que acabaría como instigador del llamado torture porn bajo su estimulante saga "Hostel", se pasa en "Knock Knock" al thriller pseudo-erótico dinamitando la premisa de "Las Sádicas". Para que conste en acta que, al contrario que ocurría en la versión inconfesa de Esteba, aquí sí que nos encontramos con un remake totalmente declarado, Roth se permite el curioso guiño de acreditar tanto al director Peter S. Traynor como a las actrices Sondra Locke y Colleen Camp (quien además tiene un breve cameo aquí) como productores ejecutivos, además de señalar a los guionistas de la original como creadores de la idea. Bajo la ayuda y colaboración de su camaradería chilena (Nicolás López y Guillermo Amoedo) Roth reescribe la historia para facturar un film que se olvida de emular la atmósfera tan 70´s y desasosegante de "Las Sádicas"; de hecho, parece no pretenderlo, ya que Knock Knock tiene una narrativa simple y de fotografía cristalina que desestima alcanzar los logros artísticos del film de Traynor (que como ya vimos, construye su premisa en un halo pesadillesco en base a una saturación máxima de su enfermizo desarrollo y una factura pseudo-onírica apabullante), si no que busca revertir algunos de los puntos base de la trama de aquella injertándoles de cierta mordacidad. Aunque la película funcione, salvándose sobretodo por la siempre mirada cínica de Eli Roth hacia el género (y más aquí concretamente al material base), sí que puede notarse como el director parece moverse en un estilo demasiado convencional en el que no se siente cómodo, aunque haya momentos que gocen de un enorme acierto (como aquel en el que el personaje de Lorenza Izzo susurra la sugerente melodía que se recupera en los créditos finales en uno de los puntos culmen de la trama) y su concepción de impacto para la escena funcione pero en un calado mucho más común y tradicional de lo esperado, cuando Roth siempre ha promulgado unas maneras distinguidas de retratar en escena la incomodidad de las siniestras sensaciones. Quizá sea el recuerdo del propio film de Traynor, y su reivindicable manera de enfundarse una perversión muy efectiva de una premisa tan simple, lo que impida disfrutar a pleno rendimiento de "Knock Knock", aunque haya que elogiar a Roth que insufle a su película de una personalidad propia, incluyendo una mejor y más desvergonzada conclusión.

En este caso, el protagonista masculino está protagonizado por un insípido Keanu Reeves, arquitecto adinerado y padre ejemplar, que sufre la conquista y posteriores iras de las lolitas aquí interpretadas por Lorenza Izzo y Ana de Armas. Hay que decir que, a pesar de una concepción algo más exagerada que las duplas de féminas de "Las Sádicas" o "Viciosas al desnudo" (la copia hispana parida por Manuel Esteba en 1980), la pareja en esta ocasión logra un perfecto equilibrio entre su componente erótico (aún siendo la más soft de las tres películas, su carnal comportamiento está dibujado en la justa medida que la película necesita) y su posterior actitud enajenada se ve asimilado con corrección y efectividad a medida que avance el metraje, aunque el giro de guión a partir de la esencial escena de ducha sea mucho más pronunciado y abrupto que en el material original, y por ende más forzado. Roth se olvida además de incidir en el discurso moralista tan patente en el film de Traynor, solo para acariciarlo en algunas líneas de guión (el dedo parece indicar ahora más bien a la abierta sexualidad de la juventud estadounidense); el director prefiere centrarse en desarrollar la idea principal en un conjunto de escenas con dosis de truculencia y morbo (donde Ana de Armas se apunta un tanto de más respecto a su compañera de reparto), algo que funcionará únicamente bajo la óptica en la que el espectador conecte con una fina hilaridad más que pretendida y a pesar de no estar presentes los tintes híper-violentos y de catastrófica hemoglobina tan característicos de la obra de Roth.

Lo que parece impedir que "Knock Knock" sea perfecta en sus pretensiones es la más que probable intención de sus responsables de ahondar en un estilo y personalidad mucho más convencional que los instintos reivindicadores que describían las anteriores películas de Roth; aún así, el director salva el proyecto incidiendo en algo que ya hemos mencionado: los claros propósitos de respeto hacia el film original no intentando en ningún momento alcanzar sus cimas creativas tan deudoras de su época (acercándose, este caso, a una personalidad mucho más costumbrista), el mimo con el que se retrata la desenfrenada locura de la dupla de lolitas (sin ningún tipo de aclaración, esta vez, sobre su más que evidente locura, algo citado en los otros dos films y que se veía innecesario) convirtiéndolas en las perfectas maestras de ceremonias de la función; además, conviene reincidir en su final cargado de cinismo, que desentraña el fino sentido del humor con el que Roth ha planteado su revisión.

http://elgabinetedelreverendowilson.wordpress.com/
Reverendo Wilson
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