El gran director de comedias, Fernando Colomo, autor hasta ese momento de las mas simpáticas películas de su época, hechas con frescura, guiones ocurrentes y puestas en escena naturales y creíbles, se embarca en un proyecto a todas luces muy por encima de sus capacidades, un guión que parece escrito por un estudiante de primaria, (En su época de EGB), una puesta en escena menos creíble que un belén viviente de cualquier pueblo de España en Navidades y unas interpretaciones amateurs, excepto el ingobernable e irascible Klaus Kinski. La idea de poner a Miguel Bose, (Para mas inri mudo), de extraterrestre es de traca, te pasas todo el rato preguntándote ¿Pero que pinta este tío aquí?. La película no hay por donde cogerla, hace aguas por todos lados, las escenas de humor no hacen reir ni a una hiena, hay veladas copias al humor de los Monty Python, pero está a años luz de su genialidad. Solo faltaría preguntar al director, en que momento psicotrópico de su vida se decidió embarcar en este proyecto. En su momento fue la pelicula de mayor presupuesto en la historia del cine español, jamas tanto dinero dio para hacer algo mas caótico. Por salvar algo, la nave espacial y el traje extraterrestre están muy bien para su época. En fin, como curiosidad se puede ver, pero te decepcionará casi seguro.