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Estados Unidos Estados Unidos · Chicago
Voto de Donald Rumsfeld:
8
Serie de TV. Intriga. Drama. Ciencia ficción Serie de TV (2017-2020). 3 temporadas. 26 episodios. Tras la desaparición de un joven, cuatro familias desesperadas tratan de entender lo ocurrido a medida que van desvelando un retorcido misterio que abarca tres décadas... Saga familiar con un giro sobrenatural, "Dark" se sitúa en un pueblo alemán, donde dos misteriosas desapariciones dejan al descubierto las dobles vidas y las relaciones resquebrajadas entre estas cuatro familias. (FILMAFFINITY) [+]
8 de julio de 2020
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Lutero hizo su enmienda al catolicismo, lo que creó, entre otras cosas, es una paradoja metafísica situada en el mismo núcleo de la reforma: si Dios era omnisciente, razonó, su conocimiento también lo es y, por lo tanto, ha de conocer nuestros destinos, pues estos ya han debido ser trazados en su mente hasta el más pequeño detalle. El problema es que según esa doctrina los sujetos tan solo son meros efectos en la inextricable cadena de acontecimientos que Dios había configurado, nuestra salvación o condena habría sido decidida por él mucho antes de nuestro nacimiento, y la libertad no sería más que una ficción erguida sobre nuestro ignorancia y conocimiento parcial. Así, nadie puede hacer nada que escape al diseño divino, que lo altere de algún modo, pues el libre albedrío queda de facto suprimido; y todo el universo, toda injusticia, desigualdad o malevolencia, implícitamente justificada.

Lutero no hizo más que crear un programa espiritual a la medida del pensamiento mecanicista que ya se abría paso en otros saberes; contra ella, contra esa visión absurdamente lógica que culmina en la Ilustración y los panfletos de Hegel (por supuesto, toda esta línea de no-pensamiento que inauguró la Reforma aún sigue vigente, solo que travestida: materialismo, monismo, nacionalismo…), acabaron revelándose los románticos. Los verdaderos Románticos. Especialmente Schopenhauer; parte de cuya filosofía es parafraseada en clave pop por Dark: serie que reviste de un ropaje narrativo el quid de la disputa (predestinación vs libre albedrío) mediante la escenificación y contraposición de ambas doctrinas filosóficas.

Joyce apuntó que de entre todas los sucedáneos del cristianismo el único coherente es el catolicismo, pues si nosotros no éramos más que piedras que caen ajenas a las fuerzas que las gobiernan, nuestras creencias ni siquiera podían considerarse genuinamente nuestras, y mucho menos la responsabilidad de nuestros actos. Schopenhauer, más sutil, admitió que podía ser cierto que los humanos tuvieran un mecanismo básico, al cual llamó voluntad de vida, que condiciona todo su ser y mediante el cual son empujados a desear. En la medida en que deseamos, afirmaba, somos esclavos de nuestra voluntad, la cual esencialmente tan sólo pretende satisfacer su deseo, esencialmente: reproducirse-permanecer, sumiendo a los sujetos en una insatisfacción constante debido a la propia tensión que el mismo genera (obsérvese el parecido con lo que más tarde diría Freud; obsérvese que lo que en Dark multiplica el dolor es precisamente la incapacidad de renunciar al deseo… a un deseo muy concreto…). Sin embargo, Schopenhauer atisbó un resquicio de libertad, pues si el deseo era lo que encadenaba, “bastaba” con deshacerse de él para neutralizar la insatisfacción. Schopenhauer, como Kant, tan sólo contemplaba la libertad como una consecuencia imprevista de la renuncia y el sacrificio. Lo que condiciona, lo que anula la libertad, afirmó, es seguir ciegamente ese deseo, que es para todos igual; solo es posible esquivar esa “ley natural” en la medida en que el deseo se hace consciente y podemos manipularlo. Para Schopenhauer, por lo tanto, solo somos individuales en la medida en que podemos renunciar a los dictados de la voluntad y sublimar el deseo: su superhombre es el santo y el artista. Y por cierto que toda esta otra línea de pensamiento no solo es totalmente católico-cristiana (Schopenhauer fue un ferviente lector tanto de la Upanishad como de Calderón), sino que también es la base de todo equilibrio y libertad social, pues como bien sabían los propios ilustrados, la libertad de uno acaba allí donde empieza la de los demás.

Toda la serie consiste en una exposición pormenorizada, insistente y reiterativa de la futilidad del deseo y el sinsentido de la predestinación. Se repite, porque el deseo siempre es el mismo; y se estrella una y otra vez contra el suelo, porque si todo está escrito no podía ser de otra manera. El problema, evidentemente, no viene de ahora, viene de mucho más atrás, quizá desde el principio; en cualquier caso, siempre ha sido el mismo. Así, lo que en apariencia es un mensaje antinuclear, en realidad es un ataque de rebeldía contra la doctrina de la predestinación y el materialismo. Para decirlo claramente: hubiera dado igual que en vez de una central nuclear hubiera sido una solar o una factoría de Volskwagen (evidentemente, queda más potente, más ciencia ficción, la opción nuclear), lo importante son los secretos que se ocultan o han quedado enterrados por el camino en aras de ir satisfaciendo el deseo. Y la propia nuclear tan solo es una metáfora de la sociedad que la crea: aparentemente limpia, segura e inocente, aparentemente honesta, augurio de riqueza ilimitada, promesa de energía barata, situada en medio de la naturaleza casi como de una continuidad de la misma se tratara. Así se vendió entonces.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Donald Rumsfeld
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