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España España · Oviedo
Voto de Esteban:
6
Terror. Intriga. Drama El doctor Malcom Crowe es un conocido psicólogo infantil de Philadelphia que vive obsesionado por el doloroso recuerdo de un joven paciente desequilibrado al que fue incapaz de ayudar. Cuando conoce a Cole Sear, un aterrorizado y confuso niño de ocho años que necesita tratamiento, ve que se le presenta la oportunidad de redimirse haciendo todo lo posible por ayudarlo. Sin embargo, el doctor Crowe no está preparado para conocer la ... [+]
12 de abril de 2006
3 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por culpa de esta puñetera película y su balbuceante niñato que veía muertos hemos tenido que soportar, no sólo más películas del abyecto Shyamalan, que podía haberse quedado en su casita leyendo tebeos, sino toda una serie de películas de terror sobrenatural con críos repelentes perpetuamente acojonados por algo que solo ellos conocen, y finales sorpresa (de esos de “¡te pillé!”) que buscan redimensionar todo el argumento para darle algo de lógica a una historia que, hasta ese momento, se caracterizaba por carecer de ella (consiguiendo la mayoría de las veces justo el efecto contrario).
Un reputado psicólogo infantil, buscando redimirse de un antiguo fracaso profesional, decide ocuparse del complicado caso de un niño introvertido y solitario con graves problemas de comunicación social. A medida que el estudio del chiquillo comienza a dar sus frutos, el hombre descubrirá que no es oro todo lo que reluce, y lo que prometía ser un caso rutinario se convierte en algo mucho más aterrador.
La película promete y arranca con fuerza, pero termina decepcionado. Tiene un buen argumento, que duda cabe, pero Shyamalan no sabe o no quiere exprimirlo al máximo, no logra que sintamos en nuestra piel el terror del chaval acosado por sus miedos interiores y exteriores. Supongo que las intenciones del director eran otras.
Dividida en dos partes claramente diferenciadas, utilizando como bisagra la famosa confesión del protagonista en la cama del hospital, El Sexto Sentido se caracteriza por poseer una primera mitad francamente inquietante, que sabe dosificar a la perfección la presentación de los personajes, el desarrollo de la acción, el tempo narrativo de la historia, reposado pero implacable, y las pequeñas dosis de tensión que irán en progresivo aumento, y una segunda parte que no logra, ni por asomo, alcanzar las sabrosas metas que el anterior segmento parecía augurarnos. A partir del desvelamiento del misterio la película se pierde completamente entre escenas ridículas y cansinas, descendiendo en caída libre hasta su archiconocido y efectista desenlace que busca desesperadamente un último golpe de efecto con el que despertar la curiosidad del público.
Los grandes problemas del cine de Shyamalan ya empezaban a observarse en esta película, aunque aún no lograban chirriar mucho y la mayoría de ellos pasaban desapercibidos. Sobresale ante todo el empalagoso edulcoramiento de la historia en muchas de sus escenas, algo realmente inusual en una película de este género, siendo la última parte el no va más en cursiladas a prueba de bombas.
Los actores cumplen, en algunos casos a un nivel bastante alto, caso del niño Haley Joel Osment y Toni Collete, su madre en la ficción. Bruce Willis alterna sus dos o tres expresiones faciales de toda la vida, ahorrándonos la papeleta de verlo en camisa de tirantes. Se agradece. Al menos por una vez.
Esteban
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