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Voto de Carla road60b:
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Aventuras. Western
Año 1823. En las profundidades de la América salvaje, el explorador Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) participa junto a su hijo mestizo Hawk en una expedición de tramperos que recolecta pieles. Glass resulta gravemente herido por el ataque de un oso y es abandonado a su suerte por un traicionero miembro de su equipo, John Fitzgerald (Tom Hardy). Con la fuerza de voluntad como su única arma, Glass deberá enfrentarse a un territorio hostil, ... [+]
18 de febrero de 2016
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Te arrastra hacia la dura y fría naturaleza, implacable. Es tan salvaje, tan pura, tan real, tan de verdad que da miedo, te quita el aliento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Año 1823. En las profundidades de la América salvaje el explorador Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) participa, junto a su hijo mestizo Hawk (Forrest Goodluck), en una expedición de tramperos que recolecta pieles. En una pelea titánica contra un oso grizzly resulta gravemente herido. Sus compañeros lo encuentran, lo cosen y se lo llevan a cuestas hasta que la carga se hace imposible debido a la elevación de la montaña.
El capitán Andrew Henry (Domhnall Gleeson) ofrece una recompensa a todo aquel que se quede para cargarlo y darle una sepultura digna. Tres personas aceptan quedarse: Hawk, Jim Bridger (Will Poulter) y John Fitzgerald (Tom Hardy), pero solo este último actúa movido por el dinero.
En un acto de absoluta traición, Fitzgerald intenta matar a Glass, pero Hawk interviene y acaba por ser asesinado ante la impotencia de su padre. Engaña a Bridger y lo convence para dejar al herido literalmente sepultado y abandonado a la incertidumbre…
No me canso de decir que nunca nunca sabemos lo que va a pasar. Si la fe mueve montañas, la voluntad desplaza océanos. No creo que ésta sea una historia de venganza, como muchos dicen. Ni que sea de género sangriento, como dicen otros (lo cual es muy superficial).
Realmente lo que vemos es a un hombre que no tiene nada que perder. Al que lo único que le queda es su fuerza interior para luchar y sobrevivir. Se lo arrebataron todo: su mujer, su hijo, su comida y hasta su propia vida. Cuando no tenemos nada que perder, solo nos queda todo por ganar. Ahí reside lo verdaderamente auténtico.
The Revenant es visceral. Es como ver un documental de National Geographic a tamaño gigante y con una historia que te atrapa. Todos y cada uno de los paisajes son impresionantes, de una belleza rotunda. La fotografía es espectacular, utilizando solo luz natural, buscando la pureza, con planos largos en constante movimiento. De hecho al inicio hay una batalla contra los nativos americanos realizada entera en plano secuencia.
El sonido es muy envolvente y efectista; muy cuidado. El agua de los ríos, el fuego, las pisadas en la nieve, las ramitas, las tormentas, los disparos, los cuchillazos, la mismísima sangre… En la escena final es fundamental porque crea una atmósfera de tensión de estas que se te meten hasta las entrañas.
El trabajo de maquillaje y efectos visuales es acojonante. Hay un momento en el que está bebiendo y se le sale la sangre por la garganta. No sé qué es más duro, si la idea, la ejecución o el visionado; en serio.
Me es muy difícil escribir sobre Leonardo DiCaprio y Tom Hardy sin que se note que son mis actores favoritos. Así que, bueno, lo digo abiertamente y me quito ese peso de encima, ja!
Es que, joder, con lo que me gusta Tom Hardy, y la rabia y el odio que le cogí con ese personaje. Eso es ser muy bueno, en serio. Y me toca los cojones porque la prensa (y los borregos que la siguen) me tiene harta con tanto Oscar y tanto premio barato. Bien podían todos no ser tan cortos de miras y reconocer el talentazo de este maromo. Ay.
Leo…qué mal me lo hiciste pasar. Lagrimones como puños, saltando en el asiento, apartando la mirada…Y tú, mientras, luchando contra un oso, comiendo hígado de bisonte crudo, durmiendo en un caballo muerto a lo Luke Skywalker, cayéntote por un precipicio, escapando por ríos helados…Con ésto que estoy diciendo, si queda una sola persona que piense que le importa lo más mínimo recibir un Oscar, es que no entendió absolutamente nada. Del mismo modo que a Hugh Glass le movía algo más que el deseo de venganza, a Leonardo DiCaprio le mueve algo más que el deseo de que la Academia le de una estatuilla. No hay premio que merezca tanto sufrimiento, en serio, pensadlo.
Es algo más, siempre es algo más. The Revenant es excepcional. Te arrastra hacia la dura y fría naturaleza, implacable. Es tan salvaje, tan pura, tan real, tan de verdad que da miedo, te quita el aliento.
El capitán Andrew Henry (Domhnall Gleeson) ofrece una recompensa a todo aquel que se quede para cargarlo y darle una sepultura digna. Tres personas aceptan quedarse: Hawk, Jim Bridger (Will Poulter) y John Fitzgerald (Tom Hardy), pero solo este último actúa movido por el dinero.
En un acto de absoluta traición, Fitzgerald intenta matar a Glass, pero Hawk interviene y acaba por ser asesinado ante la impotencia de su padre. Engaña a Bridger y lo convence para dejar al herido literalmente sepultado y abandonado a la incertidumbre…
No me canso de decir que nunca nunca sabemos lo que va a pasar. Si la fe mueve montañas, la voluntad desplaza océanos. No creo que ésta sea una historia de venganza, como muchos dicen. Ni que sea de género sangriento, como dicen otros (lo cual es muy superficial).
Realmente lo que vemos es a un hombre que no tiene nada que perder. Al que lo único que le queda es su fuerza interior para luchar y sobrevivir. Se lo arrebataron todo: su mujer, su hijo, su comida y hasta su propia vida. Cuando no tenemos nada que perder, solo nos queda todo por ganar. Ahí reside lo verdaderamente auténtico.
The Revenant es visceral. Es como ver un documental de National Geographic a tamaño gigante y con una historia que te atrapa. Todos y cada uno de los paisajes son impresionantes, de una belleza rotunda. La fotografía es espectacular, utilizando solo luz natural, buscando la pureza, con planos largos en constante movimiento. De hecho al inicio hay una batalla contra los nativos americanos realizada entera en plano secuencia.
El sonido es muy envolvente y efectista; muy cuidado. El agua de los ríos, el fuego, las pisadas en la nieve, las ramitas, las tormentas, los disparos, los cuchillazos, la mismísima sangre… En la escena final es fundamental porque crea una atmósfera de tensión de estas que se te meten hasta las entrañas.
El trabajo de maquillaje y efectos visuales es acojonante. Hay un momento en el que está bebiendo y se le sale la sangre por la garganta. No sé qué es más duro, si la idea, la ejecución o el visionado; en serio.
Me es muy difícil escribir sobre Leonardo DiCaprio y Tom Hardy sin que se note que son mis actores favoritos. Así que, bueno, lo digo abiertamente y me quito ese peso de encima, ja!
Es que, joder, con lo que me gusta Tom Hardy, y la rabia y el odio que le cogí con ese personaje. Eso es ser muy bueno, en serio. Y me toca los cojones porque la prensa (y los borregos que la siguen) me tiene harta con tanto Oscar y tanto premio barato. Bien podían todos no ser tan cortos de miras y reconocer el talentazo de este maromo. Ay.
Leo…qué mal me lo hiciste pasar. Lagrimones como puños, saltando en el asiento, apartando la mirada…Y tú, mientras, luchando contra un oso, comiendo hígado de bisonte crudo, durmiendo en un caballo muerto a lo Luke Skywalker, cayéntote por un precipicio, escapando por ríos helados…Con ésto que estoy diciendo, si queda una sola persona que piense que le importa lo más mínimo recibir un Oscar, es que no entendió absolutamente nada. Del mismo modo que a Hugh Glass le movía algo más que el deseo de venganza, a Leonardo DiCaprio le mueve algo más que el deseo de que la Academia le de una estatuilla. No hay premio que merezca tanto sufrimiento, en serio, pensadlo.
Es algo más, siempre es algo más. The Revenant es excepcional. Te arrastra hacia la dura y fría naturaleza, implacable. Es tan salvaje, tan pura, tan real, tan de verdad que da miedo, te quita el aliento.