Esta obra maestra de la comedia clásica norteamericana posee argumentos de sobra para ser considerada sin temor a equivocarse como la mejor screwball comedy de la historia.

El maestro Howard Hawks imprime a la película su habitual sentido del ritmo lleno de viveza en una perspicaz interacción de todos los personajes, planteando una ocurrente historia de batalla de sexos con ingeniosos, rápidos y brillantes diálogos, excepcionales interpretaciones y un sinfín de alocadas y divertidísimas situaciones de enredo que van dando forma de manera magistral a esta verdadera delicia, una inolvidable experiencia para cualquier amante del género cómico o para cualquier cinéfilo en general.

Cary Grant y Katharine Hepburn a vueltas con el simpático perro George, la dichosa clavícula intercostal, el leopardo Baby, el borrachín (Barry Fitzgerald), o el imitador de animales salvajes (Charles Ruggles) conforman solo algunos de los episodios y personajes de esta indeleble maravilla, una de las dos o tres mejores comedias de la historia del cine.