¡Fantástica película!,
Destaco la actuación de Woody Allen que en esta ocasión sobrepasa con creces sus méritos como escritor y director del film. Muy natural, y sin perder su característico estilo, pero convirtiéndose totalmente en el auténtico Danny Rose.
Al contrario que en muchas de sus otras actuaciones donde siempre hay una dualidad entre el protagonista y el propio personaje que Woody Allen hace siempre de si mismo. Cosa que en mi opinión no es un defecto en el caso concreto de este actor, por el contrario, en Allen esta característica se convierte en parte intrínseca de su encanto y de su sello personal. Aquí,en esta película Allen es en todo momento Danny Rose, y su bondad, inocencia, cobardía y valentía, optimismo... llegan a enamorar realmente al espectador. ¡Bravo Allen!.
El resto de actores secundarios "se salen", todos ellos, pero invito a observar las caras de los espectadores de los shows, geniales.
Otro acierto, el rodaje en blanco y negro, que consigue lograr transportarnos mejor al Broadway de los años 50-60, al ambiente mafioso-italiano con más intensidad y logra sumir a Danny Rose realmente en el cutre mundo que es su vida, efectos que en mi opinión no se hubieran conseguido de otra manera.
¡No lo puedo evitar!, lo que hace años comenzó entre Woody Allen y yo, primero como simpatía, ha pasado por atracción, admiración... y de verdad que está llegando hoy día al enamoramiento.
No sólo recomiedo este film, sino todos los de él, y si alguno de los que me estais leyendo desconocen la obra de éste grande, recomiendo que comiencen a conocerlo con "Un final made in Hollywood", me parece que esta película debe gustar incluso a sus detractores.