Hacía tiempo que no veía una historia tan entretenida y creíble de una forma tan sorprendente, con una narrativa muy sencilla, totalmente lineal pero muy bien llevada, con una dirección sin excentricidad ni despliegue de espectacularidad pero muy efectiva que aprovecha espacios y enfoca a los actores de forma interesante. Muy destacable la actuación de Griffin Dune quien hace un papel absolutamente auténtico, que atrapa con un personaje sencillo pero perfectamente construido. La trama es totalmente extraña, casi bizarra, raya en lo increíble pero a la vez está genialmente escrita, y se vuelve creíble, salvo por algún detalle al final que particularmente no me convenció del todo pero que no evita que se disfrute toda la cinta. Altamente recomendable.