Clooney cada vez se gana el respecto de nosotros los amantes del cine por abordar los temas con sobriedad, seriedad e inteligencia y de saberse acompañar por eficaces repartos. Esta vez se quedó corto en sus pretensiones porque el guión forza (probablemente para buscar mayor impacto hollywoodense) la relación central de la trama entre él, su asistente y la dama. Independientemente de eso, la puesta en escena es formidable. Ryan Glosing se consolida como actor en un menú de 3 oscarizados en su entorno.