Estaba cansado de escuchar recomendaciones... Y cuando supe que iba de robos, pero no de ladrones convencionales que planean diversos robos, sino uno, solo uno, a la fábrica de moneda y timbre, pensé... ¿Una serie creada para planear un solo robo? No habrá quien la soporte por la cantidad de material superfluo que habrán de añadir.
La última que trató de convencerme fue Maite. Y decidí verla... Los cuatro primeros "minutos" me encantaron, incluso reconsideré mi opinión y me dije:
-Creo que te has equivocado.¡¡ Esta sí!!

Nooo, mi instinto nunca falla. El problema no está en la serie, está en mi. No aguanto que se enrollen para contarme algo que puede hacerse en poco tiempo, y claro... si nos enfrentamos a una serie resulta inevitable meter relleno en la empanada, no todo va a ser atún, hay que invadirla de cebolla, mucha cebolla.. Eso son las series para mí... CEBOLLA con un poco de atún.

Según mi amiga psicóloga C. Las series ejercen una función adictiva, al no tener que pensar demasiado, entregando un coktail de emociones diversas, servidas en breve espacio de tiempo.

Me sentí bastante aliviado al escucharla, porque había llegado a un conflicto interior conmigo mismo dentro de mi interioridad interior, que era yo quien tenía un problema al no empatizar con las series.
-También existe un grave problema de soledad -Añadió mi amiga C- Y en cualquier serie se pueden encontrar patrones de conducta con los que nos sentimos identificados

Explicado todo eso, diré que me encantaría que me gustaran las series, porque pasaría mucho tiempo disfrutando.
Una última cosa: Si alguien se siente identificado, y ofendido por mi comentario, entenderé que vote con el dedo para abajo. Esto solo es una página de cine, donde la gente opina... y... está bien que así sea.