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Voto de Flaterik:
7
5,9
52.125
Drama
Estados Unidos, años 50. Jack (Hunter McCracken) es un niño que vive con sus hermanos y sus padres. Mientras que su madre (Jessica Chastain) encarna el amor y la ternura, su padre (Brad Pitt) representa la severidad, pues la cree necesaria para enseñarle al niño a enfrentarse a un mundo hostil. Ese proceso de formación se extiende desde la niñez hasta la edad adulta. Es entonces cuando Jack (Sean Penn) evoca los momentos trascendentes ... [+]
16 de septiembre de 2011
45 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía altas las expectativas en este film. Y salí complacido, pero solo a medias.
He leído mucho sobre este autor, y he reflexionado mucho en las metáforas de este film.
Acepto que el lenguaje cinematográfico pueda comprender simplemente un poema visual, filosófico, o fragmentos de una realidad llena de simbolismos. Todo eso es cine, y puede ser de calidad.
Espectadores que no lo comprendan, podrán quedarse o dormidos, o simplemente, desertar confusos de la propuesta; tienen que informarse de que el director propone un juego visual, sonoro y poético, que posee un ritmo muy quedo y unas formas muy caóticas de narración.
Creo que la historia podía mejorarse para hacerse más entendible, incluso obviando los minutos de galaxias y de medusas. El propio Penn expresó su opinión al respecto y además se quejó del poco protagonismo que su personaje tiene en el film: lo suyo practicamente no es interpretar, es posar, moverse, correr, poner caras y posturas, y nada más. Algo que causa extrañeza cuando la desazón del hermano que sobrevive, es uno de los motores del mensaje del film.
Cualquier ser humano que haya perdido un ser querido en la muerte, ha visto sacudido todos los pilares de su alma, de sus valores y creencias más profundas. Resulta que Malick perdió un hermano de 19 años, que se suicidó, y que además, tocaba la guitarra. Y su familia era la típica de la América profunda impregnada de un catolicismo que sustentaba toda sus esperanzas y creencias más arraigadas. Sabemos también que estudió y dió clases de filosofía en Inglaterra, lo que nos da más pistas sobre su obra.
Porque sin duda Malick ha traspasado a su obra todo su bagaje interior... pero lamento algo.
Malick se limita a observar con el objetivo de su cámara llena de filtros especiales, pero no nos aporta nada. Sólo detalles poéticos acerca del amor y la pérdida. Se trata de un film de PREGUNTAS, no de respuestas. Quizás en mi inocencia creí que iba a tener ese otro matiz, y por ello digo que en cierta manera, me ha resultado decepcionante, ingenuo de mí. Todo eso de que la naturaleza es como es y Dios es como es y sólo debemos aceptarlo y punto, cualquiera que ha madurado con la vida ya lo ha tenido claro desde hace tiempo.
Es la forma de hacer las preguntas, el envoltorio, lo que destaca en la obra. Quien haya visto las claves del universo será muy afortunado, porque tendrá que cambiar de suministrador de sustancias ilegales. Por eso creo que el film se ha sobredimensionado, hechizando, hipnotizando, a los más sugestionables. Su poesía visual y sonora tiene la culpa. Sus metáforas vitales son interesantes e imaginativas. Sus actores adultos y niños, están increíbles. Pero no vayamos más allá: la Palabra de Dios fue escrita hace muchísimos años, Malick solo se ha puesto unas gafas especiales para enseñarla de una manera más heterodoxa, mezcla de evolución, new age, y mística existencial.
He leído mucho sobre este autor, y he reflexionado mucho en las metáforas de este film.
Acepto que el lenguaje cinematográfico pueda comprender simplemente un poema visual, filosófico, o fragmentos de una realidad llena de simbolismos. Todo eso es cine, y puede ser de calidad.
Espectadores que no lo comprendan, podrán quedarse o dormidos, o simplemente, desertar confusos de la propuesta; tienen que informarse de que el director propone un juego visual, sonoro y poético, que posee un ritmo muy quedo y unas formas muy caóticas de narración.
Creo que la historia podía mejorarse para hacerse más entendible, incluso obviando los minutos de galaxias y de medusas. El propio Penn expresó su opinión al respecto y además se quejó del poco protagonismo que su personaje tiene en el film: lo suyo practicamente no es interpretar, es posar, moverse, correr, poner caras y posturas, y nada más. Algo que causa extrañeza cuando la desazón del hermano que sobrevive, es uno de los motores del mensaje del film.
Cualquier ser humano que haya perdido un ser querido en la muerte, ha visto sacudido todos los pilares de su alma, de sus valores y creencias más profundas. Resulta que Malick perdió un hermano de 19 años, que se suicidó, y que además, tocaba la guitarra. Y su familia era la típica de la América profunda impregnada de un catolicismo que sustentaba toda sus esperanzas y creencias más arraigadas. Sabemos también que estudió y dió clases de filosofía en Inglaterra, lo que nos da más pistas sobre su obra.
Porque sin duda Malick ha traspasado a su obra todo su bagaje interior... pero lamento algo.
Malick se limita a observar con el objetivo de su cámara llena de filtros especiales, pero no nos aporta nada. Sólo detalles poéticos acerca del amor y la pérdida. Se trata de un film de PREGUNTAS, no de respuestas. Quizás en mi inocencia creí que iba a tener ese otro matiz, y por ello digo que en cierta manera, me ha resultado decepcionante, ingenuo de mí. Todo eso de que la naturaleza es como es y Dios es como es y sólo debemos aceptarlo y punto, cualquiera que ha madurado con la vida ya lo ha tenido claro desde hace tiempo.
Es la forma de hacer las preguntas, el envoltorio, lo que destaca en la obra. Quien haya visto las claves del universo será muy afortunado, porque tendrá que cambiar de suministrador de sustancias ilegales. Por eso creo que el film se ha sobredimensionado, hechizando, hipnotizando, a los más sugestionables. Su poesía visual y sonora tiene la culpa. Sus metáforas vitales son interesantes e imaginativas. Sus actores adultos y niños, están increíbles. Pero no vayamos más allá: la Palabra de Dios fue escrita hace muchísimos años, Malick solo se ha puesto unas gafas especiales para enseñarla de una manera más heterodoxa, mezcla de evolución, new age, y mística existencial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El niño se llama Jack O'Brian. Iniciales: J O B. Su padre es como el Dios entre afectuoso, estricto y castigador, al que llegas a amar y odiar al mismo tiempo, porque da pie a cosas buenas, pero también a cosas malas. Su madre es como la Naturaleza que le brinda toda la belleza, el amor, y la pasión por vivir. A veces la Naturaleza y Dios entran en conflicto, y sufren sus hijos. No pueden hacer nada, sólo preguntarse por qué. Sólo son hojas del árbol, que con una brisa pueden caer y volver de nuevo al origen, al suelo, al mar, a dondequiera que surgieron.
Otra escena muy debatida: la del dinosaurio que con la pata aplasta a otro. Aquí yo creo se ilustra la misma idea; igual que Dios nos mantiene en un estado de sujeción, de sometimiento, que hace o deja de hacer lo que El decida, sus criaturas pueden hacer lo mismo unas con otras en función de su superioridad. Aquí no hay nada que hacer, sólo aceptación de nuestra suerte. Cuanto antes seamos conscientes de eso, antes asimilamos nuestro lugar en el mundo, nuestro puesto en el árbol de la vida.
Otra escena muy debatida: la del dinosaurio que con la pata aplasta a otro. Aquí yo creo se ilustra la misma idea; igual que Dios nos mantiene en un estado de sujeción, de sometimiento, que hace o deja de hacer lo que El decida, sus criaturas pueden hacer lo mismo unas con otras en función de su superioridad. Aquí no hay nada que hacer, sólo aceptación de nuestra suerte. Cuanto antes seamos conscientes de eso, antes asimilamos nuestro lugar en el mundo, nuestro puesto en el árbol de la vida.