"El alucinante mundo de Norman" tiene grandes similitudes con "Super 8", "House" o "Los Goonies", un grupo de niños y adolescentes, liderados por un chico especial, torturado, incomprendido, despreciado por su singularidad por su familia y la mass media de niños mediocres y poligoneros. Héroe a su pesar y con una gran capacidad de sacrificio.

Así, la historia cuenta dos situaciones paralelas con siglos de diferencia y permite reflexionar sobre la persecución al distinto y el peligro que ello conlleva. Hay escenas, como la del ayuntamiento, que recuerda a "Furia" de Fritz Lang, con un intento de linchamiento, pero también hay momentos que recuerdan a los Juicios de Nuremberg, como el de los puritanos a la pobre niña. La intolerancia es peligrosa e injusta, a lo largo de los años y todas las épocas, como la película con acierto describe.

El tema paranormal se inicia como en "El sexto sentido", pero de pronto desaparece. Los fantasmas no intervienen en la película y ello es un fallo en el guión, ya que los fantasmas que ve podrían haber enriquecido el guión y la trama y quedan, sin embargo, relegados a un papel inexistente.

La historia se ve con agrado, es rápida y dinámica y todo ocurre en una noche. Sin embargo, no es una película para niños pequeños, ya que hay escenas, sobre todo al final, en el enfrentamiento con el espíritu torturado, que pueden causar pesadilas a los niños.

Excelente película de animación. Con un buen guión, buenos personajes y un buen ritmo en la dirección. La estética es excelente, recordando a las películas setenteras de zombies. Y la música acompaña y enriquece todas las escenas.