Es inevitable que este filme, aparte de la obvia conexión con el asesinato de Kennedy, nos recuerde en un plano fílmico, al clásico "Los tres días del Cóndor" (S. Pollack, 1975), en cuanto a que un falso culpable debe huir para salvar la vida y descubrir en qué conspiración está metido, ayudándose para ello de una chica, a la que secuestra en un principio y luego se implica en el asunto de marras. Efectivamente es similar, pero de garrafón. Todo mascado para una fácil comprensión de espectador, a quién deben considerar con una nula función cerebral o asiduo a programas televisivos de tronistas.

Escenas hiperbólicas de acción y persecución, con un toque de humor negro - como acaban los codiciosos civiles en busca de la recompensa fácil - una conspiración tópica, de 1º de la ESO, una pasmosa facilidad del protagonista en localizar dónde están los malos y acceder a ellos, y sobretodo, hay demasiadas situaciones exageradas y esperpénticas, grotescas e involuntariamente paródicas - solo hay que ver a los villanos de la función, tan tópicos e histriónicos, que pierden cualquier atisbo de verosimilitud y se acercan más a personajes ridículos de los filmes de "Scary Movie" - que hacen del filme un producto poco serio, de consumo rápido y aún más rápido olvido.