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España España · Aquí al lado
Voto de Cornapecha:
5
Drama. Thriller Han pasado 20 años desde que Mark Renton abandonara Escocia, y la heroína. Ahora, Renton vuelve a su Edimburgo natal con el objetivo de rehacer su vida y reencontrarse con sus amigos de toda la vida: David "Spud" Murphy, y Simon "Sick Boy" Williamson; al mismo tiempo que Francis "Franco" Begbie sale de la prisión con sed de venganza.... Secuela de 'Trainspotting' (1996), basada en 'Porno', la siguiente novela de Irvine Welsh. (FILMAFFINITY) [+]
26 de mayo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Trainspotting estalló en 1996 como un inesperado blockbuster basado en el descaro, la incorrección política y la sinceridad brutal de sus protagonistas. Apoyado en el libro de Irvine Welsh, Boyle nos ofrecía un relato descarnado, carente de cualquier tipo de intención moralizante, en el que un grupo de jóvenes sin futuro ni presente se dedicaban a drogarse básicamente porque les daba la real gana. Todo ello en un Edimburgo sucio y degradado, marco realista en el que desarrollaban sus aventuras estos antihéroes modernos. Y con ese demoledor mensaje de rechazo a los convencionalismos, a la rutina embrutecedora y a los caducos valores de la sociedad que les rechazaba y a la que ellos rechazaban a su vez.

Y veinte años después, Renton y compañía vuelven como caricaturas rotas de si mismos. Todo el mensaje nihilista de la primera película ha desaparecido. Ya no son un grupo salvaje viviendo rápido, muriendo jóvenes y dejando un hermoso cadáver. Ahora son un puñado de cuarentañeros perdedores, despojos de nuevo pero sin la frescura de la juventud. Un hatajo de losers intentando una carambola final que les deje rozar, siquiera por un momento, la gloria y el éxito que nunca conocieron. Hasta Edimburgo se ha convertido en una postal de propaganda turística supongo que jugosamente subvencionada por el ayuntamiento...

El fresco impresionista, cruelmente ácido de Trainspotting que reflejaba a la juventud de los 90 se transforma aquí en la enésima tragicomedia de perdedores persiguiendo una quimera inalcanzable, agravada ahora por los estragos de la edad. Y que abusa demasiado de su único valor, que es la nostalgia. Un noble sentimiento cuando se administra bien, pero que Boyle exprime hasta casi resultar indigesto.

No es, en sí, una mala película. Es simplemente que su predecesora es tan grande, tan impactante y tan especial, que era difícil intentar seguir desarrollando aquello. Probablemente Boyle sea el primero en saberlo y por ello renuncia desde el principio a repetir su pequeña obra maestra.

Y así pasamos del servicio más sucio de Escocia y los brillantísimos monólogos de Renton ("En mil años no habrá hombres ni mujeres, sólo gilipollas. Y yo, encantado...") a una sucesión de gags de comedia gamberra.

"Voy a ser como vosotros" se despedía el personaje de Ewan McGregor al final de la primera. Y por desgracia cumplió su promesa...
Cornapecha
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