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España España · Córdoba
Voto de Talía666:
1
Drama Dos personas entran en conflicto a causa de la propiedad de una casa. Para Kathy Nicolo, no sólo es la casa de su infancia, sino también la última esperanza que le queda para empezar un nueva vida después de superar su adicción a las drogas. Cuando recibe una orden de desahucio por impago de impuestos, la casa es subastada, El comprador es un coronel iraní, Behrani, que invierte en ella todos sus ahorros. A medida que la batalla entre ... [+]
12 de junio de 2013
12 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
JENNIFER CONNELLY. Es una mujer muy guapa, como todo el mundo sabe. Es difícil desahuciar a Connelly de su casa porque lo más probable es que el policía que vaya a desalojarla se enamore de ella perdidamente y destroce toda su vida intentando devolverle su hogar injustamente perdido. Connelly no es mala, ni siquiera morosa; es sólo pelín despistadilla, por lo cual olvidó abrir las cartas que durante meses la avisaban del inminente desahucio. Ayssss, cuando una es tan guapa tiene tantas cosas en la cabeza!

BEN KINGSLEY. Coronel iraní retirado. Todo él disciplina, rigor y estricta planificación de futuro. Es difícil que su personaje resulte simpático porque lo tiene todo para caer fatal: es calvo, es paletillo, es machista, puede incluso que sea un ex-asesino a sueldo del ejército de su país... Bonito el muchacho tampoco es. Y ya lo peor: pretende prosperar en los USA a base de especulación inmobiliaria pura y dura. Y se queda con la casa de la pobre Connelly pagando en la subasta una miseria con la idea de revenderla por cuatro veces lo que le costó. Ufffff, un especulador inmobiliario en estos tiempos. No, definitivamente este tipo no puede caer simpático... ni muerto.

VADIM PERELMAN. Es posible que en 2003 Vadim Perelman viera venir de lejos el tema de las hipotecas subprime y la burbuja inmobiliaria y decidiera aprovechar el chollo. El caso es que se monta una historia muy triste y muy tremenda entre un coronel iraní y una hermosa alcohólica casi rehabilitada que pelean por la propiedad de una casa. Pero algo falla, y es un algo importante y trascendental: el final. Perelman, no vale, es trampa, no está bien lo que haces. Puede que sea cierto que las desgracias nunca vienen solas... pero también es imposible que vengan tan acompañadas. Y hasta aquí puedo contar, que los supertacañones espoileros están al acecho.
Talía666
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