Ya era hora. El ruso Timur Bekmambetov, después de torturarnos con sus esperpénticas Guardianes de la noche y Guardianes del día, ha tenido que irse a Hollywood para filmar su mejor película desde cualquier punto de vista, la más entretenida, la más ruidosa, y la más estúpida. La diferencia es que al contrario de lo que ocurría en sus dos films anteriores, Wanted no se toma en serio y justamente ahí reside la magia de un film que se mueve a 200 imágenes por segundo y que inteligente, lo que se dice inteligente... no lo es ni un poquito.

La historia es la típica: un chaval puteado en el curro descubre que esconde más potencial del que creía y decide sacar provecho de esta habilidad. Pero las cosas no son lo que parece, hay enredos, hay giros que se ven venir a kilómetros, y hay una conclusión tópica pero funcional. La película, como argumento, hace parecer a Crank -la de Jason- un film de Woody Allen. Y convierte Shoot'Em Up en un ensayo dramático digno de William Shakespeare. Wanted es estúpida, ruidosa y absurda. Y justo es eso lo que se quiere ver cuando se paga una entrada para ir a pasar un rato agradable, nada más, a disfrutar de los últimos días del verano sin mucho más en mente, por que también existe el cine como ocio, no sólo como expansión cultural o modelo de vida.

Como tal, como película palomitera, Wanted es fantástica. Es de la misma escuela que Shoot'Em Up y Crank, tan divertida como absurda, con escenas que son una fantasmada. Pero está bien rodada, los efectos especiales son cojonudos, y es divertido ver lo bien que se lo han pasado los actores rodando el film, desde Jolie, hasta McAvoy, incluso Freeman, que sigue siendo el secundario de lujo en casi todos los films de Hollywood. Así pues... ¿Qué puede esperarse de Wanted? Acción, escenas espectaculares, Jolie sin bragas, ratas explosivas y mucha estupidez en el 'guión'. Si buscas otra cosa, vete a ver la última película de Kusturica. De lo contrario, siéntate y disfruta. Y no parpadees, por que te perderás varias escenas.