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España España · Madrid
Voto de paki:
8
Ciencia ficción. Intriga En un futuro no muy lejano, un astronauta (Sam Rockwell) vive aislado durante tres años en una excavación minera de la Luna. Cuando su contrato está a punto de expirar, descubre un terrible secreto que le concierne. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchas películas comienzan siendo de ciencia ficción y acaban convirtiéndose en una de terror. Prácticamente, todas las que tratan del futuro suelen ser catastrofistas, pesimistas y negras a más no poder. No nos hacemos muchas ilusiones sobre el mañana lejano. Casi todas las historias nos hablan de un mundo tenebroso, contaminado hasta lo irrespirable; tan depauperado y esquilmado que es difícil ver un árbol verde, un río limpio o un cielo azul. Casi siempre nos dibujan ciudades interminables, mantos de cemento y hormigón cubriéndolo todo, hasta las playas; sin sol... mismamente como si se fuera a vivir en un eterno día después del fin del mundo. Un mundo casi apocalíptico donde parece que han desaparecido las cosas hermosas de las que disfrutamos hoy, sin darnos cuenta. Y si el futuro del planeta parece oscuro, el de la humanidad se pinta más negro todavía.

Hay todo tipo de rumores, propagados en esas historias, que nos hacen imaginarnos que los seres humanos vamos a dejar de estar de "moda" en las temporadas futuras. Que habrá nuevas criaturas para sustituirnos: robots, cyborg, extraterrestres, máquinas, replicantes, clones, plantas comecocos, termineitors, cosas, entes y hasta bomberos que queman libros... los han llamado de muchas formas y tienen diferentes aspectos, pero, siempre, con el mismo pavoroso y terrible sentido: se han puesto al mando y nos dominan.

El hombre de la historia de "Moon" es un hombre del futuro. Un futuro que, a simple vista, no parece especialmente malo. Es un profesional cualificado, que está destacado en una base lunar, con la misión de supervisar un trabajo importante para una gran empresa. Todo correcto. La parte mala del contrato es que tiene que vivir en aislamiento durante tres años, aunque tiene un "compañero", un ordenador que le da toda la conversación y la amistad que le permiten sus circuitos. Por lo demás, está cómodamente instalado en un mundo tan aséptico, neutro, blanco, vacío, simple y funcional como un armario de ikea del siglo XXII. Hasta un día en que, por un hecho fortuito, descubre que no está tan solo como creía, que su contrato de trabajo tiene letra pequeña, que su vida tiene fecha de caducidad urgente y que ni siquiera está seguro de sí mismo. Descubre, de golpe, que el hombre del futuro no tiene mucho futuro, porque, tal vez, ni siquiera tiene mucho de hombre... Pero, entonces, es cuando aparece verdaderamente la esencia del ser humano. Porque las historias de ciencia ficción que empiezan a convertirse en una de terror, siempre acaban con un mensaje de esperanza. El hombre es un ser frágil, al que, tal vez, sea fácil dominar por la fuerza o la opresión, pero que es capaz, también, de luchar cuando se encuentra más débil y de ganar cuando parece derrotado, es decir, de fabricarse, a pesar de un mal principio, un buen final. O sea, invencible...
paki
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