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España España · Valencia
Voto de txoniman:
6
Thriller. Drama. Terror Milo, una estrella del porno ya retirada que vive con su mujer y su hijo, está pasando por apuros económicos. Una cita con una antigua compañera de rodaje, la pornostar Layla, le presenta la oportunidad de trabajar con un tipo llamado Vukmir en su nueva película de porno experimental. Milos acaba aceptando sin saber exactamente lo que va a rodar y acaba sumergido en una tormenta de depravación violencia, snuff, pedofilia, y drogas que ... [+]
22 de octubre de 2010
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es fácil para mucha gente encontrar una justificación a los horrores que muestra este impactante relato. Las visiones son múltiples y el espectro amplio, desde quien quemaría vivo al director por plasmar tanta aberración hasta quien, como yo, siempre intenta encontrar mensaje allá donde se halle. Cierto es que hay productos que no lo contienen, pero a este sí se lo he visto.
Quiero alejarme, para empezar, de la visión de un gran número de público interesado en este tipo de películas que lo que quieren ver es gore alimentado por enfermiza imaginación y comprobar hasta dónde llega la cosa, más tarde disfrutan comentándoselo a sus amigos menos valientes.
Algo tan aparentemente execrable sólo puede aferrarse a la vieja máxima: "La realidad siempre supera a la ficción". Y por aquí creo que van los tiros. El propio título de la película lo deja claro, es un gran cebo.
Europa se tapó los ojos ante el reciente conflicto Balcánico, actuó tarde y mal y, cómo no, acudiendo al primo de Zumosol, Tío Sam, para poner fin a una de las guerras más cruentas que ha dado el Siglo XX. Una verdadera vergüenza. El grado de hipocresía alcanzado por el europeíto medio haciendo como si nada pasara cuando a diario se cometían a la vuelta de la esquina las mayores atrocidades imaginables, ofendería hasta al más cínico de los Fariseos.
Cuando se habla de Serbia, o de Bosnia, todo el mundo piensa lo mismo, territorios abandonados por Dios donde todo es posible y la vida carece de valor, paraíso de pederastas y turistas sexuales, hombres embrutecidos y mujeres hermosas pero maltratadas. Campos cultivados con odio donde la amoralidad no encuentra límites.
De algún modo, interiormente justificamos que tengan que haber sitios así, incluso el Tercer Mundo, en algún lado tendrán que estar los malos y los parias.
De sitios como Serbia no puede salir nada bueno, es lo que pensamos, es lo que queremos.
Pues ahí lo tienen señoras y señores, ¿querían leche?, pues van dos tazas. Echen de una vez un vistazo a esta tierra de bárbaros y miren de lo que somos capaces. Entren al freak-show, la mujer barbuda, el niño que nació sin piernas, las hermanas siamesas y mucho más. Contemplen lo que nunca se atrevieron a contemplar y, cómo no, escandalícense.
Allí los niños crecen escuchando y, en ocasiones viendo, escenas peores que las que muestra este film, seguramente el director fue uno de ellos. Ya es hora de mostrárselo al mundo. Y esto no es nada, todavía hay mucho más, quizás en próximas entregas, que todos verán y denostarán. Recuerden la famosa máxima sobre realidad y ficción. De lo real ni me hables, pero, ¡Ay!, si me proyectan cachitos de ficción, ¡qué barbaridad!
He aquí un patriota haciendo patria, al igual que nosotros exportamos los toros o los suízos el chocolate. La cosa es provocar y que se fijen en uno. Cada país lo que tiene. Fíjate tú, somos unos cuantos durante un tiempo hablando de Serbia. Pues ya está.
txoniman
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