El brillante Robert Altman, se pone a adaptar a Raymond Carver (un autor complejo y muy centrado en poesía más que en prosa) y el resultado...funciona de SOBREMANERA.

Es todo un acierto. Las historias están hilvanadas con cuidado, se nota que cada personaje tiene su momento y aunque (obviamente) es cierto que dependiendo del espectador algunas historias tendrán más interés que otras, todas ellas mantienen un nivel bastante similar.

Destacar también la facilidad con la que los personajes están unidos unos a otros (en ningún momento parece que las relaciones entre los personajes sean superficiales), todos ellos tienen algo que les identifica y les cambia, algún dilema interesante y valor para otro personaje.

Como he mencionado previamente no todo los personajes o historias son igual de interesantes (un servidor encuentra bastante insignificante toda la historia de Julianne Moore y Matthew Modine), pero en su mayoría los diálogos cuadran y aunque pueden no apasionar, las historias tampoco molestan.

Y el formato de Altman cuadra con el film. Personajes hablando de fondo, varios personajes, apariciones inesperadas de algunos en segmentos de otros personajes...hacen al film UNA PELÍCULA REALISTA. De aquellas que retratan la vida tal y como puede ser, a veces poniendo escenarios bastante cómicos, otra veces narrando los dramas cotidianos y en alguna ocasión jugando con accidentes o elementos que pueden ocurrir en la vida real.

La película es larguísima, pero desde luego esto tiene un propósito, las historias cuadran, se cierran las tramas y todos los personajes tienen ¨su momento¨.

Desde luego, probablemente lo más cerca en cuanto a la maestría de adaptar a Raymond Carver.

PS: De todos los personajes, me quedo con Stormy Weathers y su escena con el tipo de la aspiradora.