La película de El Lobo, no era gran cosa. Aunque era una película entretenida pero no sabía muy bien lo que contar.

En caso de GAL, la cosa va a peor. Añaden más personajes, más tramas y la cosa se descontrola hasta el punto de que (y esto quitando que los nombres reales no aparezcan) el espectador pierde el interés y que todo parece forzado y con escenas totalmente innecesarias.

Esto ya lo han dicho el resto de críticas, pero desde luego que Jordi Mollá, está prácticamente criminal, sobre todo una escena con Natalia Verbeke en la que se pone a gritarle y parece una parodia mala.

¿El resto? Personajes poco depurados, caricaturas menos trabajadas y un retrato excesivamente generalista de una historia que probablemente podría haber conseguido un mejor resultado.

Sinceramente, Lobo capta diez veces mejor la esencia y el entretenimiento que este producto.

Y lo siento, pero honrar la figura de estos periodistas en vez de también ser críticos con esa profesión...es algo que resta credibilidad al filme.

Y las actuaciones (y no solo Mollá) poco inspiradas.