Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valencia
Voto de sbarres:
6
8,0
12.806
Documental. Drama Surcar los mares a 10 nudos cazando atunes, acompañar a los delfines en sus inverosímiles piruetas, nadar con el gran tiburón blanco, hombro, contra aleta... es como ser un pez más entre ellos. Después de la película "Le peuple migrateur", Jacques Perrin y Jacques Cluzaud nos transportan, gracias unas novísimas técnicas de rodaje, a lo más intrincado de los océanos para descubrir allí a unas criaturas marinas ignoradas y desconocidas. ... [+]
31 de julio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay lenguajes que van más allá de la raza humana, bellezas que compartimos todos, silencios que entendemos, emociones que reconocemos ingenuamente como propias cuando son ese lenguaje eterno que eleva la belleza en la escena de una morsa abrazando a su cría a un plano de armonía que no distingue de especies, de aletas, ni formas.
El gran acierto del documental es dejar hablar a ese lenguaje de belleza, de grandiosidad, del descubrimiento de un misterio, de la fascinación por él, la importancia de la voz humana se pierde en la profundidad del azul dejando entrever que la verdad no la ostentamos nosotros, sino que se sitúa frente a nosotros y ella nos habla; son un universo único, al igual que nosotros.
No es solo un documental sobre la belleza que esconden las profundidades, sino sobre la lucha por la vida, sobre la cadena de la vida. Cadena que nosotros siempre rompemos; rompe la imagen del tiburón que ya no puede orientar su dirección ni volver a nadar mientras se hunde, sin aleta ni cola, en las profundidades del mar, el tiburón ballena que no podrá alejarse de la red, pesca de descarte la llaman, similar al término daños colaterales, en esta ocasión ni se entienden como daños. ¿Como la especie que se cree con la mayor capacidad de amar es también la que es incapaz de reconocer esos mismos sentimientos, esa misma dignidad de vivir, de existir, de un legado eterno en otros seres?
Hagan un museo como en el que pasean el señor y el niño, enseñen, enséñenos, enseñemos el respeto, la responsabilidad que tenemos con un mundo que compartimos, mientras la vida sea entendida como un producto que consumir. no como un compromiso con el pasado, con el futuro, con una idea de comunidad que engloba el todo, el museo seguirá aumentando, nadie visitará el museo, no habrá museo,

(Ese museo, al igual que este documental si enseñan el respeto, la admiración, la preservación, no lo hace un tiburón, una beluga tras un cristal, ni dormir bajo el azul con el reflejo plateado de los peces, eso solo enseña la dominación, la utilización, eso no es conservacionismo o no lo que realmente merece la pena conservar; el mundo de azules y misterios donde todas las reglas parecen ser rotas)
sbarres
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow