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Voto de Silvio de Arabia:
8
Comedia Un restaurante de Broadway es el centro de reunión de un grupo de actores que intercambian viejas anécdotas sobre el mundo del espectáculo. Conforme la conversación avanza, recuerdan a Danny Rose, el representante de algunos de los artistas más desastrosos del gremio, el cual, en una ocasión, llegó a jugarse la vida para relanzar la carrera de un cantante pasado de moda. (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta no será una crítica objetiva.
Ni siquiera será una crítica como tal.

Ha debido de cogerme en una noche melancólica o, más seguramente, haya acabado convirtiendo mi noche en melancólica. Pienso que, sin ser una gran película, sí que contiene a grandes personajes. Danny Rose es ese tipo de persona que a todos nos gustaría tener cerca. El coacher perfecto antes de que se pusieran de moda los coachers. Es otra de esas películas de Woody donde me siento en casa, como en Desmontando a Harry, Stardust Memories (con una fotografía en b/n que también funciona genialmente) u otras que ya conocemos de memoria.

Danny es un tipo positivo, optimista, capaz de todo. Sabe tratar con personas. Sabe embaucarlas de la forma más decente y sana posible. Y se parte el lomo por ellas. Es como el Señor Lobo de la farándula o el Ray Donovan casposo de la comedia. Pero con un toque entrañable y compasivo. Los tipos a los que representa a veces parecen sacados de Freaks (1932). La escena de la pitonisa me recordó, de hecho, a aquella de El ladrón de bicicletas. Quizá fuese creada como una referencia premeditada, como parodia de la desesperación supersticiosa y crédula de las marujas de la Italia profunda. Allí el prota iba a preguntar si la bruja sabía dónde estaba su bici, ¿no? (Me pregunto en cuántas películas hay una escena así, con pitonisa, gente creyente desesperada y alguien en una esquina contando billetes).

Perdón. Me centro: es una película cálida; es corta; se está a gusto en ella. Goza de esa acción con humor típica de Allen, del estilo de Misterioso asesinato en Manhattan. Por cierto, en blanco y negro y con gafas, tardé mucho en darme cuenta de que la mujer rubia era Mia Farrow —pese a haber leído minutos antes que salía en la película.

En fin. Esta crítica no tiene ni pies ni cabeza. Solo pongo en orden algunas referencias cinéfilas y dejo por escrito que sería fantástico poder contar con Danny Rose en la vida real. Y que ojalá la vida, a veces, fuese como una peli de Allen.

(No hay spoiler en el spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Silvio de Arabia
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