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España España · Pamplona
Voto de Asier Gil:
6
Drama Después de cuatro años de separación, Ahmad viaja de Teherán a París a petición de Marie, su esposa francesa, para resolver los trámites de su divorcio. Durante su estancia, descubre la conflictiva relación entre Marie y su hija. Sus esfuerzos para mejorar esa relación sacarán a flote un secreto del pasado. (FILMAFFINITY)
18 de noviembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había mentiras en los cimientos de la casa. La familia había ido creciendo sin que nadie se ocupara de arreglar las grietas que asomaban por las paredes, de investigar las causas por las que la estructura estaba cada día más comprometida. Y ahora todo amenazaba con venirse abajo, poniendo al descubierto las verdades que duelen, aquellas que dejan un terreno yermo en el que no puede volver a construirse nada. Por muy buen arquitecto que seas. Y por muy adentro que escondas los secretos sobre los que edificar tu existencia.
Esta es la clave de la nueva película de Asghar Farhadi, cuya primera secuencia ya desvela el papel que deberá asumir el público. Al comienzo de 'Nader y Simin, una separación', quedaba claro que seríamos nosotros los que juzgaríamos a los personajes; y en 'El pasado', el primer encuentro entre los dos protagonistas, separados por un cristal que impide que se entiendan, nos explica que nuestro cometido será el de desenmarañar la trama ante una falta de comunicación propiciada por las intenciones ocultas. El contexto es propicio para elevar las tensiones: un iraní regresa a París para firmar los papeles del divorcio con una mujer con la que vivió cuatro años, que tiene dos hijas de un matrimonio anterior y que ahora reside en la misma casa con una nueva pareja, acompañada de un niño conflictivo y con una esposa en coma en el hospital.
El director iraní vuelve a deslumbrar con su talento para describir las relaciones familiares. Sin un aparente cuidado del aspecto formal -sin 'travellings', sin música, sin 'flashbacks', sin narrador, sin planos elaborados, con más fluidez que ritmo...-, Farhadi solo deja que la cámara siga a los personajes para que sean ellos los que revelen la historia. El reparto hace suyo un guion potente que nos encierra en pequeñas habitaciones para que desmenucemos la trama y averigüemos qué esconde cada miembro de la familia. Unas bombas de relojería con las que avivar el interés del espectador por completar el puzle, pero con las que el filme se asoma demasiado al precipicio del melodrama. Donde en su anterior película los personajes actuaban de forma coherente a lo que se había presentado desde un principio -aun guardando secretos en su interior-, en 'El pasado' cambian de víctima a verdugo con demasiada facilidad, y la historia coquetea tanto con los extremos que ya no transmite sensaciones con el mismo impacto.
Bérénice Bejo, Ali Mosaffa y Tahar Rahim aportan la carga emocional y transmiten los matices con los que avanza la trama. La actriz de 'The Artist' se convierte en la principal fuerza interpretativa, gracias también a que su personaje es el nexo entre todos los demás y, a la vez, el más oscuro de todos. Buen trabajo también entre los papeles infantiles, en un aspecto clave para Farhadi, ya que los niños serán quienes descubran al espectador los mayores secretos.
La efectividad narrativa del cineasta iraní continúa en niveles muy altos, pero el relato es tan denso que la historia, al solo descubrirse a través de los diálogos, fuerza en ocasiones a los personajes a hablar más de la cuenta para echar una mano al espectador. La película no consigue alcanzar las cotas de brillantez de su predecesora, pero Farhadi construye con tanta maestría el retrato de la tragedia en el seno familiar que el resultado sigue siendo absorbente y digno de aplauso.

Diario de Navarra / La séptima mirada
Asier Gil
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