Es una película redonda: con un argumento que te hace reflexionar, original y con una gran interpretación del trío protagonista. Hugo Weaving transmite mucha personalidad a 'V', a pesar de la máscara. Su voz y sus movimientos suplen que no le veamos el rostro en ningún momento. Está genial. Natalie Portman nos da una lección, pasando de ser una persona con miedo a encontrarse a sí misma; mientras que Stephen Rea está en su línea habitual, sobrio y sin excesos. Tampoco podemos olvidarnos de John Hurt, que inquieta dando órdenes desde una pantalla de enormes dimensiones. Su mejor palel en mucho tiempo. Áspero y corrosivo.

Visión futurista de Londres, donde los gobernantes han conseguido que los ciudadanos no piensen demasiado y cumplan órdenes sin rechistar. Tampoco difiere mucho de la reladidad actual, aunque en el film llega a puntos insospechados. 'V' pasa de ser un villano a un héroe, líder de una revolución colectiva. Despierta a los dormidos y les enseña que, en el peor de los momentos, todavía es posible cambiar el decorado. Lo imposible, se intenta; lo difícil, se consigue.

Visualmente, la película es espectacular, combinando localizaciones sombrías com escenarios llenos de luz y color. Escenas de acción de mucha calidad, algunas a cámara lenta, sin necesidad de llenar la pantalla de sangre y vísceras. La música le da un envoltorio final que la convierte en una cinta poética, a pesar de partir de un cómic. Sales del cine con la idea de que, aunque cueste, a veces se puede luchar a contracorriente. Final mínimamente inesperado. No miré el reloj ni una sola vez, a pesar de ser una película de más de dos horas. Recomendable para los soñadores y para la gente que busque algo más que pasar un buen rato.