Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Ángel Lobato:
6
Drama. Terror. Thriller Rhoda es una niña de ocho años, perversa, cínica y muy inteligente. Christine, su madre, que sospecha que ha asesinado a un compañero de colegio, acaba relacionando este hecho con otros trágicos accidentes y piensa que la niña puede ser responsable de todos. (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una secuencia memorable durante los créditos; un comienzo esperanzador, de buen cine clásico; una primera media hora solvente. Pero tras el “incidente” que marca el devenir de la película, mucho decae este drama psicológico de altas pretensiones.

El desarrollo de la acción se dilata implacable e innecesariamente insistiendo en lo ya sabido y sin sentido del ritmo; la precipitada escena final, con ejemplificadora justicia divina incluida, es poco adecuado; y el estúpido epílogo, compuesto para suavizar los sucesos que concurren durante los 130 minutos que dura el film y recalcar al espectador que todo lo que han visto es pura ficción y no la realidad, resulta innecesario.

Pero lo peor de todo es que tras el “incidente” que desencadena la trama de esta “mala semilla” la película encubre –por mucho que se anote que está basada en una novela– un artificio teatral con casi un único escenario y con tímidas muestras de los recursos propios del cine. Y eso resiente todo su equilibrio; su narratividad.
Y –no podía ser de otra manera– las actuaciones gesticulantes, desmesuradas e histriónicas de, al menos, tres actrices y un actor, lastran tremendamente toda la estructura.

Y era buena la idea de que un elemento perturbador, de aparente inocencia, --no olvidemos que estamos a mediados de los años cincuenta del siglo XX-- desestabilizase la apacible e idílica vida de una conservadora familia de clase media-alta estadounidense.
El director, Mervyn LeRoy, uno de los grandes clásicos americanos con obras tan emblemáticas como la influyente "Hampa Dorada" (1931), la social "Soy un Fugitivo" (1932), la romántica "El Puente de Waterloo" (1940) o la maravillosa "Niebla en el Pasado" (1942), por citar solo algunas, no acertó, en esta ocasión, llevar, con significado cinematográfico, un argumento novelesco a la pantalla, trasladándolo al régimen teatral para ser convertido en guion por tres autores distintos.
Qué diferencia --sin salirnos, claro está, del género ni de temática-- entre esta película que hoy analizamos con la magnífica "Alma en Suplicio" (1945), de Michael Curtiz. Compruébenlo.

Con todo, la califico como interesante. Cintas más "perversas" cualitativamente hemos contemplado.
Luis Ángel Lobato
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow