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España España · Madrid
Voto de Moody:
6
Drama Noemí es una joven actriz que regresa a casa tras seis años en Nueva York para asistir a una audición que podría cambiar su carrera. Durante las primeras 24 horas en Madrid, Noemí tiene una serie de encuentros y despedidas que le enseñan a apreciar los vaivenes de la vida y le ayudan a repensar su pasado, su futuro y su lugar en el mundo. (FILMAFFINITY)
7 de junio de 2021
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Hay gente que echa la vista atrás quizás demasiado pronto, en un momento en el que solo debería mirar hacia adelante. A Noemí, la protagonista, las circunstancias la llevaron fuera de España, persiguiendo un sueño que desde aquí parecía alcanzable, pero que solo ha podido tocar con la punta de los dedos.

Y es en ese momento en el que Noemí, protagonista casi absoluta de la obra, decide volver, como bien reza el título de la película, para encontrarse con una vida que dejó atrás. Es entonces cuando se da cuenta de que el mundo ha continuado girando y ella, persiguiendo ese sueño, quién sabe si también huyendo de una vida monótona, se ha quedado algo anclada. Las cosas cambian, las situaciones evolucionan y las personas también lo hacen.

Collantes permite que el espectador forme parte de este viaje de vuelta, tan melancólico como catártico. A través de las historias que componen la película, el espectador puede ver las reflexiones que se exponen desde diferentes puntos de vista según varía el interlocutor. La propuesta del director, también guionista junto con Remón, consigue transmitir emociones de manera contenida y concisa, aunque a veces peca de dar más vueltas de las necesarias a alguna idea.

Desde el principio se ve cómo “El arte de volver” pretende ser una película pequeña e intimista, de esas que atrapan desde el primer momento gracias a la cercanía y naturalidad de unos diálogos que no buscan el artificio. De hecho, éstos son los otros grandes protagonistas de la película, y con ellos compone Macarena García un personaje realmente bueno. La actriz es el alma de la película y trasmite veracidad y tristeza a partes iguales.

Pero no hay motivos para ver el vaso medio vacío cuando puede verse medio lleno. La conclusión también se reserva una dosis de esperanza sobre la que reconstruir, un final en el que volver al origen no se ve como un fracaso sino una manera de reinventarse y cerrar heridas para seguir creciendo como persona.
Moody
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