Soberbio viaje en la evolución del personaje a través de su enfermedad. Una dolencia que llega de repente y que le cambia la vida drásticamente al protagonista, sin tiempo para la reacción. Para ese momento, la película ha dejado claro cómo de importante es para los protagonistas la música, y Marder ha tenido la destreza, con un brutal inicio, de mostrar el ímpetu y la potencia de unos decibelios que atruenan más allá de lo aconsejable.

Ahmed soporta en el comienzo un plano largo, excelso, en el que lo deja todo sobre una batería que es más que eso, es su vida, es la muestra de una pasión desmedida. El actor, multi nominado en época de premios y reconocimientos, evoluciona con un personaje que vive en una montaña rusa de emociones y en un permanente estado de gracia. Interpretando muchos momentos extremos, da rienda suelta a su nivel interpretativo para resultar siempre creíble expresando miedo y duda, tesón y determinación.

El argumento introduce este problema auditivo de manera repentina, sometiendo al espectador al vacío sonoro que el protagonista padece, haciendo que esta privación sea tan acertada como adecuada. El tratamiento que la película le da al diseño del apartado sonoro hace honor a su temática y es efectivo sin caer en lo excesivo, acompañando siempre al espectador a lo largo de toda la narración y convirtiéndose en un elemento esencial para entender la historia y el personaje.

La película tiene tantas lecturas posibles que es difícil quedarse solo con una. “Sound of metal” nos muestra el camino de redención que experimenta el protagonista, un tortuoso viaje en el que la naturalidad de sus acciones contrasta con la crueldad de su situación. Pero no es solo eso. La película también trata el aspecto psicológico de la sordera, en una acertada comunidad en la que se puede vivir con ello sin verse fuera de la sociedad. El guion mezcla todas sus propuestas con acierto y acaba siendo un gran espectáculo en el que el protagonista lleva al espectador de la mano hasta un final triste pero también lleno de esperanza.