Diferenciarse o morir, esa es la cuestión. Muchas películas podrían pensar en esta frase para encontrar un cada vez más difícil hueco en el mercado, porque ofrecer algo diferente al resto te hace captar el interés del público más allá del de los aficionados a su género.

Pero parece que pocas películas se formulan esta pregunta, copiando directamente aquellos recursos utilizados por otras anteriormente, y esto “Geostorm” lo clava. Sin parar a pensar que éxitos pasados no garantizan los futuros, no es capaz de definir una personalidad propia y toma como referentes las películas de desastres climatológicos o de ciencia ficción que han pasado por la mente de los guionistas. Una idea algo descabellada desde el principio que viendo cómo se desarrolla, es definitivamente complicada de sostener.

Lo cierto es que viendo “Geostorm” a uno se le vienen a la cabeza diferentes películas, desde los efectos de “El día de mañana” (su núcleo se parece sospechosamente…) hasta la previsión de catástrofe de “2012”, pasando por ese épico final mezcla de “Armageddon” y “Gravity”. Un ecléctico conjunto de ideas ya vistas y anteriormente mejor ejecutadas que ni siquiera tienen un aire novedoso.

Además de los conocidos recursos, las historias personales son todas planas y previsibles, incluso prescindibles si nos apuran. La relación entre los hermanos, el complot con el presidente de por medio, la historia romántica… Ninguna de ellas tiene el peso necesario en la trama, y el reparto tampoco es el mejor que podría elegirse. Sturgess y su inexpresiva interpretación, y las presencias de García y Harris son solo eso: un puñado de escenas con las que dar brillo a la trama. Posiblemente solo se salve Cornish como action woman, pero el verdadero problema tiene nombre y apellido. Gerard Butler, protagonista absoluto, vuelve a dejarnos una actuación para olvidar pensando que es el ombligo de todo, siempre con suficiencia y discursos que no lleva a nada. Solamente para muy fans del actor.

No todo es negativo en “Gestorm”, que disfruta de unos conseguidos efectos digitales que son su verdadera fortaleza, o de un guion de cuya lectura se podría tomar nota con ese mensaje de unión y de trabajo en equipo. Lejos de todo esto, la película solamente funciona en la medida en la que el espectador se deje llevar por la acción y olvide mayor expectativa.