Largometraje debut de su director (que ya había hecho su incursión con sendos cortos de Madagascar) en el que realiza un derroche de medios pero escasea en imaginación. La historia de ‘Turbo’ la hemos visto algunas veces: un sueño imposible que se alcanza con tesón, lucha y una pizca de buena suerte, con secundarios divertidos y otros haciendo de la voz de la conciencia, pero Soren se vale para contarlo de un auténtico espectáculo visual lleno de colorido y luminosidad que harán disfrutar, en mayor medida, a los más pequeños. Y es que no olvidemos que estamos ante un producto principalmente infantil, de esos que llevan mensaje explícito y que conseguirá que más de un niño empiece a mirar a los caracoles con otros ojos.
‘Turbo’ nos ofrece 96 minutos de metraje que arrancan un poco lento, pero que va cogiendo velocidad a medida que avanza. Podría sonar irónico dada la historia que cuenta, pero es cierto que esos momentos coinciden con la ruptura entre el caracol lento y el caracol veloz, otra ironía que el bueno de Soren se permite introducir en su periplo animado. Pero no sólo eso. Si algo se puede sacar de su primera media hora es cierta crítica al sistema que impera entre nosotros, un sistema que, a través de pequeños caracoles de jardín, parece entrever una vida atada a la rutina y sin más alicientes que buscar el alimento de cada jornada. Aparte de ello, lo que realmente no tiene precio son sus minutos iniciales, la cobertura de una de las carreras televisadas, que más que un trabajo de animación parece un movimiento maestro de cámara, ya que consigue un enfoque y un ángulo de asombro, tareas que se repiten varias veces a lo largo de la cinta. Todo ello, al final, crea un producto entretenido, divertido y, en cierta medida, apasionante, y es que la velocidad suele incitar a descargar adrenalina de forma involuntaria, y con ‘Turbo’ eso se consigue también.

Para familias en busca de pasar un rato divertido y para aquellos que quieran sacar a su niño interior a reír un buen rato
Lo mejor: El arranque en pista, su espectacularidad visual y que incluya dos temas como ‘Eye of the tiger’ y ‘We are the champions’ en su acompañamiento musical
Lo peor: No resulta una película original