Dejando fuera el trasfondo religioso que muestra esta película, y aunque sea uno de los temas fundamentales y recurrentes de la misma, me centraré en la historia y demás apartados de la esfera meramente cinematográfica.
Veamos, la historia tiene bastante chicha, y es muy fácil empatizar con sus personajes (de un modo u otro o les coges manía o todo lo contrario... dependerá de cada uno), pero se pierde bastante. Concretamente, la película finalmente resulta inconstante. La directora se centra demasiado en planos secuencia que no cuentan nada. La historia en sí podría haber quedado resuelta en una media hora, pero no; tenía que alargar y optó por incluir sus conocimientos más técnicos (los cuales no pongo en duda, ni me atrevería), creando esos planos que más hacen por interrumpir la trama que por completarla. Abandonando este aspecto, he de decir que la trama sí que me ha gustado: el fundamentalismo como objeto de injerencia en la vida social y familiar de una persona, pero también como salida de auxilio ante los problemas de la vida, por lo que en realidad no supone un atrevimiento total por parte de la directora hacia la religión, sino que opta por una posición más neutra, que no me parece mal acertada.
En cuanto a los actores, sus interpretaciones y personajes, bastante acordes con la película, la cual a mi no ha terminado de convencerme.