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Voto de wambaelgodo:
9
6,4
8.808
Comedia. Drama
Inès trabaja en una importante consultora alemana establecida en Bucarest. Su estresante vida está perfectamente organizada hasta que su extrovertido y bromista padre Winfried llega de improvisto y le pregunta ”¿eres feliz?”. Tras su incapacidad para responder, sufre un profundo cambio. Ese padre que a veces estorba y que la avergüenza un poco le va a ayudar a dar nuevamente sentido a su vida gracias a un personaje imaginario: el ... [+]
28 de enero de 2017
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Toni Erdmann es una película inclasificable. Cuando la clasifican como drama o comedia quizás no se esté hablando con precisión de ella. ¿Es una comedia?, bueno si te hacen gracia las ocurrencias del papá payasete, quizás, pero no siempre es el caso. Mi cara al ver la película ha debido ser más o menos a la del repartidor de la primera escena de la película, la de alguien confundido y perplejo ante un personaje que se cachondea sin prejuicios de todo. Pretende mostrarnos que nada es demasiado importante salvo vivir la vida y eso es lo que lucha por transmitir a su hija. En contraste ella está completamente centrada en sus objetivos y los de su empresa, está continuamente trabajando, trabaja incluso en sus momentos de ocio y no puede permitirse apenas momentos en los que mostrarse relajada u ociosa.
Pues bien, el padre quiere recuperar a su hija y lo hace de la forma en que él vive su vida, riéndose de todo, lo cual, es inasumible para Inés, para la cual, ese sentido del humor es algo que refleja la falta de ambición, de cuajo para afrontar las situaciones, en definitiva, de flojera existencial.
La película discurre por esta dicotomía en la que uno pretende ridiculizar el mundo del otro y mostrarle cual es la mejor forma de alcanzar la felicidad al alguien que no ve esto como algo realizable.
El gran acierto de la historia es que no discurre por caminos nada convencionales. Si lees el argumento y la protagonizara, por ejemplo Steve Martin, no perdería un minuto con ella. Sin embargo, a pesar de que las situaciones (salvo casos puntuales en que no puedes evitar carcajearte abiertamente) "humorísticas" tienen en la mayor parte de los casos un componente grotesco y surrealista por el contraste entre un tipo que mira todo lo que los demás ven con tensión, seriedad y trascendencia con una peluca y una extravagante dentadura postiza. En especial su hija cuya frialdad y dedicación extremas a su trabajo hacen dudar de su salud mental, sobre todo, en el trato hacia su padre.
El metraje es excesivo, sin duda, pero tampoco me atrevería a decir que escenas podrían eliminarse. Todas ellas definen y configuran los personajes y aportan a la historia. Nunca cae en la reiteración.
El encanto de la película reside en lo sorpresivo, sorprende sobre todo porque aunque no es abiertamente una comedia al uso, si que tiene un par de situaciones realmente cómicas, surrealistas y geniales. Tampoco es drama, no hay nada especialmente dramático salvo la soledad, la competitividad, la crueldad sin escrúpulos del mundo de la gran empresa y como afecta esto a la vida real de las personas. Pero sorprende porque si muestra como todo esto deshumaniza e insensibiliza sin caer nunca en tópicos ni en caminos ya labrados.
La interpretación de los dos protagonistas impagables.
Pues bien, el padre quiere recuperar a su hija y lo hace de la forma en que él vive su vida, riéndose de todo, lo cual, es inasumible para Inés, para la cual, ese sentido del humor es algo que refleja la falta de ambición, de cuajo para afrontar las situaciones, en definitiva, de flojera existencial.
La película discurre por esta dicotomía en la que uno pretende ridiculizar el mundo del otro y mostrarle cual es la mejor forma de alcanzar la felicidad al alguien que no ve esto como algo realizable.
El gran acierto de la historia es que no discurre por caminos nada convencionales. Si lees el argumento y la protagonizara, por ejemplo Steve Martin, no perdería un minuto con ella. Sin embargo, a pesar de que las situaciones (salvo casos puntuales en que no puedes evitar carcajearte abiertamente) "humorísticas" tienen en la mayor parte de los casos un componente grotesco y surrealista por el contraste entre un tipo que mira todo lo que los demás ven con tensión, seriedad y trascendencia con una peluca y una extravagante dentadura postiza. En especial su hija cuya frialdad y dedicación extremas a su trabajo hacen dudar de su salud mental, sobre todo, en el trato hacia su padre.
El metraje es excesivo, sin duda, pero tampoco me atrevería a decir que escenas podrían eliminarse. Todas ellas definen y configuran los personajes y aportan a la historia. Nunca cae en la reiteración.
El encanto de la película reside en lo sorpresivo, sorprende sobre todo porque aunque no es abiertamente una comedia al uso, si que tiene un par de situaciones realmente cómicas, surrealistas y geniales. Tampoco es drama, no hay nada especialmente dramático salvo la soledad, la competitividad, la crueldad sin escrúpulos del mundo de la gran empresa y como afecta esto a la vida real de las personas. Pero sorprende porque si muestra como todo esto deshumaniza e insensibiliza sin caer nunca en tópicos ni en caminos ya labrados.
La interpretación de los dos protagonistas impagables.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Tiene varios momentos realmente intensos y claramente definitorios:
La reprimenda de la hija al padre cuando éste la despierta con una ridícula máscara de gatito y ella ve que no la ha avisado cuando el móvil ha sonado avisando de alguna reunión urgente. Acaba con el padre marchándose y ella llorando desde el balcón al ver que está perdiendo algo que quizás no recupere. Toda el desarrollo de la secuencia me parece genial, desde la riña, en la que pone las pilas al padre y éste agachando la cabeza ve el abismo que los separa y se da cuenta de que su hija necesita ayuda.
La escena en la que la directora muestra la personalidad del personaje de Inés en uno de los pocos momentos en los que no está trabajando y acude a la habitación del hotel de su compañero de trabajo con el que se le presupone algo parecido a una relación. Inés acaba, de alguna manera, riéndose de él y de sus modos de macho en celo cuando se come los canapés sobre los que él ha esparcido su esencia viril.
Y por último, la más genial de todas, la naked party, cuando Inés encorsetada por el vestido, los tacones, es incapaz siquiera de contestar al teléfono y decide recibir desnuda a los invitados a su cumpleaños. La situación si que, en este caso es abiertamente cómica e inesperada y surrealista. La reacción de cada uno de ellos es cada cual más curiosa y cuando ya aparece el padre disfrazado de yeti o algo parecido el tono en este caso si, sube el nivel a niveles de alta comedia y no puedes evitar la carcajada.
La reprimenda de la hija al padre cuando éste la despierta con una ridícula máscara de gatito y ella ve que no la ha avisado cuando el móvil ha sonado avisando de alguna reunión urgente. Acaba con el padre marchándose y ella llorando desde el balcón al ver que está perdiendo algo que quizás no recupere. Toda el desarrollo de la secuencia me parece genial, desde la riña, en la que pone las pilas al padre y éste agachando la cabeza ve el abismo que los separa y se da cuenta de que su hija necesita ayuda.
La escena en la que la directora muestra la personalidad del personaje de Inés en uno de los pocos momentos en los que no está trabajando y acude a la habitación del hotel de su compañero de trabajo con el que se le presupone algo parecido a una relación. Inés acaba, de alguna manera, riéndose de él y de sus modos de macho en celo cuando se come los canapés sobre los que él ha esparcido su esencia viril.
Y por último, la más genial de todas, la naked party, cuando Inés encorsetada por el vestido, los tacones, es incapaz siquiera de contestar al teléfono y decide recibir desnuda a los invitados a su cumpleaños. La situación si que, en este caso es abiertamente cómica e inesperada y surrealista. La reacción de cada uno de ellos es cada cual más curiosa y cuando ya aparece el padre disfrazado de yeti o algo parecido el tono en este caso si, sube el nivel a niveles de alta comedia y no puedes evitar la carcajada.