La primera vez que vi la película fue de forma super ilegal, estirada en la cama, con los auriculares puestos y el portátil encima, es decir, sin 3D y casi, casi, sin ni 2D. Extrañamente, y de alguna forma macabra me dejó un buen sabor de boca, pero supongo que eso se explica cuando alguien sabe que para quitarme el mal cuerpo después de ver algo profundo y moralmente arrollador, veo alguna película gore para poder dormir tranquila. Tiempo después, me compré una televisión con 3D, muy grande y muy generosa, y viendo a flaca bibloteca de películas en 3D, decidí comprarla y ponerla en la misma estantería dónde descansan las otras tres. Cuando la vi en 3D pensé que había merecido la pena comprarla. Las escenas de acción, bastante impresionantes, la sensación de que tienes que tirar las gafas al suelo porque tienen sangre, inmejorable, aunque el abuso de cámara lenta y escenas Matrix, puede cansar a la tercera. Eso para el que haya conseguido llegar a la media hora de película. Después invité a mi hermano, que había jugado a los videojuegos y visto la primera y segunda partes, a verla en mi gran e imponente pantalla nueva. A parte de los guiños al videojuego a través de los tipos de zombies, los dos concluimos que la película era una soberana basura. Aunque yo seguía opinando que todo valía la pena por la escena de la pelea de Ali Larter en la ducha, y eso que ni siquiera sale desnuda. Después invité a mi madre, que sólo había visto Avatar en 3D, y cuando se durmió en el minuto 40, aproximadamente, decidí verla entera otra vez. Después vino el Madrid-Barça, y decidí obsequiar a mis amigos con el partido en Full HD, una cena digna del mejor bar del mundo, un montón de cervezas y post partido de Resident Evil 4. Es indudablemente divertido ver y oír gritar a la gente que nunca ha visto nada en 3D.

La película es bastante infumable, Milla Jovovich está más que suprema como tía de película de acción, pero me imagino que mientras siga siendo capaz de caminar, seguirá manteniendo el dudoso pero agradable nivel. El guión, si es que lo hay, es de los más estúpidos que he visto nunca, y se hace un flaco favor al incluir en el metraje más de veinte minutos de conversación y paseitos sin ni un sólo tiroteo, y las escenas de la avioneta, la videocámara y el videodiario, dejan a la gran Milla Jovovich a la altura del betún interpretativo, pero eso era bastante de esperar.

Por lo demás, la próxima vez que la vea, y supongo que ese momento llegará, me saltaré sin ningún tipo de resquemor toda la parte central de la película y pasaré directamente a la escena de las duchas. Y por lo demás, esperaré a que llegue la quinta entrega, y volveré a practicar ese extraño acto de ver, con la boca abierta, a Milla Jovovich hacer el punki.