Si te gusta el buen cine, ese del que por desgracia solo disfrutamos actualmente en contadas ocasiones, ¡ESTA ES TU PELICULA!.
Una historia desmenuzada y entrelazada como si de un rompecabezas se tratara, con la virtud y la complejidad de cuidar hasta el más mínimo detalle, hecho, frase o situación, como si todo tuviese importancia (que la tiene), para enseñarnos las vidas cruzadas de determinadas personas, entrelazadas entre sí por determinadas situaciones que giran en torno a una sociedad eminentemente racista (la americana), en la cual todo el mundo es susceptible de ser bueno o malo, racista o no, simplemente eres fruto de una educación, unos prejuicios, una historia y unas vivencias que te llevan a ser parte y objeto de ella.
Paul Haggis desmenuza una historia con pinzas, como si de un cuadro se tratara, con sus colores, sus matices... sin duda alguna esto ¡ES UNA OBRA MAESTRA!.
La cinta te enganchara desde el principio, y tendrá la virtud de poder identificarte con cualquiera de los personajes (todos ellos importantes) de esta película coral. Todas las historias giran en torno al racismo, y a lo que puede llegar a hacer cada persona en una determinada situación. Primero nos adentra en las historias, para poco a poco engancharnos y no soltarnos, para convertirnos en parte de la historia, en una prolongación de la cámara.
Escenas realmente crudas y agónicas sé irán sucediendo y resolviendo el puzzle, donde al final veremos como encajan todas las piezas y todo queda en su sitio, en la cruda realidad... ¡LA PUTA SOCIEDAD!
¡Volver a nacer!, ¡Disparar con balas de fogeo!, ¡Llenar una nevera que siempre estará vacía!, ¡Tener la prueba numero 4!, ¡Venderte al mejor postor!, ¡Llevar un “San Cristóbal”en el bolsillo!, ¡Hacer campaña de tus penurias a cambio de votos!.
El destino te puede ofrecer robar una “Navigator” o una “FLAGONETA”... ¡tu eliges!, siempre té queda una segunda oportunidad para tenderle la mano a alguien... ¡aunque sea tu mayor enemigo!, porque quien menos te lo esperas, te dará un abrazo y será tu amigo... ¡si no los tienes!, ese orgullo y esa dignidad que te tienes que tragar muy a tu pesar... ¡pero la quieres!... ¡que feliz que se vive cuando se tiene una capa que te protege!.
A mi no me importa ser árabe y no persa, ser negro y no blanco, ser hispano y arreglar puertas, ni escuchar country en lugar de hip hop, ser chino y traficar con filipinos, ¡TENDERLE LA MANO A ALGUIEN!...
Ojala todas las balas del mundo fueran de fogeo, para disparar al aire en pos de la igualdad y la libertad, que todos tuviésemos una capa que nos protegiese, no de las balas, sino de la sociedad, que sin darnos cuenta nos lleva a ser parte de ella, como un objeto moldeable mas, manejado a su antojo, que no puede hacer nada para no ser un reflejo de la misma... a mí en realidad lo que más me importa es ser persona...
Aunque por desgracia ¡ESTO ES AMERICA!.