Al juntarse en la boda de la hermana mayor, Kym vuelve por unas horas al hogar después de pasar por múltiples centros de desintoxicación. Ella fue la culpable de la muerte del hermano menor y aunque muchos puntos de la historia no quedan demasiado aclarados en el desarrollo de la historia (¿por qué vuelve al centro?,¿el por qué de la reacción de la hermana mayor después del brindis que se "marca" Kym en la 1ª cena?, ¿por qué se juntan en una sesión de alcohólicos cuando va simplemente un fin de semana a la casa del padre?...) todo el conjunto es una maravilla de traslado de sentimientos, de explicación de reacciones, de sentimientos olvidados, de rencores escondidos y podridos en cada componente de la familia…Todo se desarrolla de forma lineal y con una claridad digna de una magnífica guionista y una estupenda puesta en escena.
El crecimiento de los enfrentamientos y el derrumbe de los personajes al pensar en clave de familia para perdonar continuamente los desarreglos familiares está exquisitamente desarrollado hasta el punto final de la historia (mientras aparecen los títulos de crédito) en que todo parece que ha pasado de la mejor forma posible. Esa fiesta acabada y las derrotas de los diferentes personajes en algunos momentos de la historia humaniza esta historia hasta límites extremos, esos en que el espectador toma partido y se emociona con los sentimientos de los personajes.
Destacar sobremanera Rosemarie Dewitt en un personaje lleno de matices, de cambios de humor, de cambio de sentimientos, expresando tristeza, odio, amor por lo que le rodea.
Magnífica historia, magnífica película con tantos matices como quiera uno trasladarse a sí mismo.